lunes, 28 de diciembre de 2015
Relato oficial XV Congreso Nacional de Filosofía Universidad Nacional del Altiplano (parte II)
Publicado por Víctor Samuel Rivera en 10:37 0 comentarios
Etiquetas: Abraham Paz y Miño, Gabriel Moreno Montoya, Josellyn Alata Palacios, Luis Salluca. José Miguel Gutiérrez Carpio, Padre Hermógenes Coral, Soledad Escalante, XV Congreso Nacional de Filosofía
Conmemoración por la gesta de Trujillo (1820)
Publicado por Víctor Samuel Rivera en 10:24 0 comentarios
Etiquetas: Instituto Raúl Porras Barrenechea
sábado, 26 de diciembre de 2015
Relato oficial del XV Congreso Nacional de Filosofía (parte I)
A nadie escapa que los conflictos culturales son de interés especial en la
actualidad filosófica. Por diversos motivos, políticos, económicos, e incluso
éticos y religiosos, los conflictos han llegado a configurar el relieve
cotidiano del mundo del hombre. En cierto sentido resulta inevitable que, como
parte de ese relieve, la realidad filosófica de nuestro país encuentre ella
misma su horizonte de interés, allí donde las realidades conflictivas cobran
mayor intensidad en la experiencia humana que otras. Es un caso atípico en la
historia del mundo y de la filosofía, que ha sido tan generosa en su interés
por la eternidad, la permanencia, la estabilidad política o la continuidad
histórica y económica. Este relieve de conflictualidad afecta de manera
especial al Perú, incorporado como está en la dinámica de encuentro
virtualmente universal entre los intereses económicos y los intereses que los
grupos locales, las tradiciones culturales y las diversas cosmovisiones étnicas
y religiosas suelen oponerle. El carácter universal del relieve conflictivo
conoce también oposiciones en el plano filosófico. La universalidad, que no sin
motivo puede ser asociada a la dinámica del mercado y la economía, conoce sus
filósofos. Las comunidades originarias, los pueblos ancestrales, los
desamparados del “progreso”, y la “civilización”, las religiones y las culturas
amenazadas por la universalidad conocen también los suyos. Todos en el relieve
del mundo tienen sus filósofos. Desde el primer día del congreso Luis Enrique
Alvizuri observó una peculiaridad de la representación congresal: de manera
notoria, el segmento de la comunidad filosófica que se hallaba congregado en
Puno podía extrañar a los representantes de la universalidad. Ellos fueron
representados por su total ausencia. Esta ausencia marcó de modo esencial el
desarrollo del sentido y el lenguaje del evento, cuyo acento recayó así en la
identidad, la cultura y, quizá en grado aún mayor, en el tema del pensamiento
andino. Esto mostró, de manera involuntaria, como suele suceder con la verdad,
cuál es la experiencia peruana del conflicto y, de esa manera, también la pauta
que deberá regir la reflexión filosófica futura en el Perú.Publicado por Víctor Samuel Rivera en 14:29 0 comentarios
Etiquetas: Alicia Delgado Tornés, Carlos Mora, Carlos Rojas Medina, Carlos Urrutia, David Lupaca, Héctor Escarza, Lucio Vizcarra, Luis Enrique Albizuri, XV Congreso Nacional de Filosofía, Zenón Depaz
martes, 15 de diciembre de 2015
José Lora Cam, recuerdos El pensamiento andino es y debe ser hermenéutica
Durante el XV Congreso Nacional de Filosofía, que fue organizado por la
Universidad del Altiplano en Puno, tuve la suerte de compartir el alojamiento
con diversos asistentes al evento. Recuerdo los simpáticos desayunos con Alisa
Delgado Tornés, doctorada en Ciencias Filosóficas por la Universidad de
Oriente, en Cuba, con quien, junto a Zenón Depaz, querido profesor de la
Universidad Nacional de San Marcos, solíamos ir al congreso en un coche
dispuesto por la institución organizadora. En el hotel se hallaban algunas
personalidades regionales de la comunidad filosófica; junto a Fidel Tubino,
posiblemente el más notable filósofo especializado en temas de
interculturalidad en el Perú, encontraba en las mañanas de café y pan con
mermelada a Julio Olórtegui, de Iquitos, o nos visitaban desde su hotel
Carlos Mora y Aníbal Campos, de San Marcos; no faltaba algunas veces el
místico Padre Hermógenes Coral, tan afecto a las reformas de la Iglesia por
cuyo motivo he dejado de asistir hace años a la misa ordinaria; lo que es
motivo de esta reflexión, sin embargo, se hallaba siempre en mesa aparte y
rodeado impecablemente de rubias e inspiradoras jovencitas europeas. Era José
Lora Cam, el más marxista y más ortodoxo de cuantos filósofos haya yo conocido
en mi vida. Estaba Lora Cam enterado de cuanto en el Congreso se había dicho,
en particular temas como la decolonialidad, el multiculturalismo, la
aproximación andina a la racionalidad y lo andino como pensamiento e, incluso,
como filosofía. “Eso no es más que folklorismo, es antropología; a eso que hace
esta gente no se puede llamar filosofía; más bien es una muestra de cómo los
filósofos se dejan dominar por la última moda que se hace en Europa”. En algo a
Lora Cam no le faltaba razón y, en algún sentido, este texto se escribe para
explicar por qué.
Una vez que cayó el muro de Berlín, y en un lapso de tiempo récord para la
historia del pensamiento, los filósofos o pensadores marxistas devinieron
mayormente en lo que ahora se llama “liberalismo de izquierda”. Éstos se han
desviado primero, en las décadas de 1990-2000, a dar soporte y hacer causa
común con el programa económico y político liberal, pasando de la lucha de
clases y la dictadura del proletariado, de Hegel, Feuerbach, Marx y Engels, a
los derechos humanos liberales y la democracia, americanamente comprendida. Después,
hacia 2000 y la actualidad, los discursos “de izquierda” han pasado a dar forma
ideológica a agendas de estimulación social y ampliación de los espacios
institucionales para la práctica del sexo, a dar articulación conceptual (sin
mucho éxito que digamos desde el punto de vista estrictamente filosófico) a la
idea de que los “derechos humanos”, un concepto filosófico ya por sí mismo
discutible, pueden ser extendidos de la gente a los animales (¿pagan impuestos,
tienen obligaciones, delinquen, van a las elecciones?, ¿cómo así pueden tener
“derechos” los hipopótamos o los murciélagos?). El discurso recurrente de
izquierda actual extiende la agenda ético-normativa del liberalismo, acentuando
el individualismo metafísico que es la base de la ideología de mercado y su
concepción de la sociedad humana como un acuerdo entre contratantes interesados
en aumentar su cuota personal de placer y riqueza.
Hablar de marxismo revolucionario y colmar con ese discurso las aulas y los
auditorios culturales de 1980, como hacía Lora Cam, no era cosa de juego. El
hecho de que aún llene los auditorios indica algo, algo local y andino, aunque
no relacionado con el marxismo, pues la caducidad epistemológica y metafísica,
pero también histórica del marxismo como una teoría, no requiere prueba. Pero
volvamos al hotel de mi encuentro con Lora Cam, Pacha Hostel, en la primera
cuadra del jirón Lima, de Puno, este jirón un lugar elegante donde una cena
puede resultar más cara que en el europeo y exclusivo balneario costero de
Miraflores. Lora, a quien yo no conocía, iba rodeado de su corte de rubias hablándoles
en un español que ellas no entendían sino en inglés, idioma que Lora confesó no
frecuentar; les comentaba en frenglish
entusiasta sobre sus logros como filósofo. “He leído en mi vida 25 mil libros”,
les comentó una vez, las ninfas oídos sordos. Su personalidad dominaba el
escenario de mantequilla y pan serrano. Reclamando enfático un café digno de su
fama en el sur andino, se hallaba allí quizá el último que es capaz de creer,
fuera del argentino Atilio Boron, que los presupuestos conceptuales del
marxismo son filosofía y, además, herramientas genuinas para interpretar la
realidad social o histórica. Por motivos que me resultan extraños –e ignorando
con quién compartía sus opiniones-, me refirió del “puro relativismo” que la
hermenéutica filosófica significaba, y que en su opinión había contaminado el
discurso de la izquierda andina, derivando su interés a “ritos ancestrales” y
“la palabrería de lo originario”, que al final no era en su concepto sino “pura
superstición y rechazo al progreso”. “A éstos (de aquí) se les ha dado en creer
ahora en mitos y ritos de los Andes, cuando la filosofía, como todo el mundo
sabe, se basa en la superación del mito por la razón”. “¿No es verdad que la
filosofía nació cuando el hombre griego superó el pensamiento mítico?” “¿Quién
podría negar eso?” “¿Acaso éstos (los asistentes al XV Congreso) quieren volver
a la religión?”
Una de las razones de esta memoria es que pude observar en el transcurso
del Congreso que Lora Cam no es el único filósofo regional en su honesta
adhesión marxista. Aún la lucha de clases, la dictadura del proletariado, la
violencia como partera de la historia y la ansiedad por una explicación
filosófica basada en la economía o la racionalidad científica son frecuentes en
los Andes. Lo extraordinario es que, como Lora Cam mismo ha comprendido, los
marxistas regionales desconocen la problemática filosófica que plantea apostar
por un pensamiento o, más aún, una filosofía andina y, a la misma vez, secundar
todo este discurso de la lucha de clases, el proletariado, la violencia, etc.
Quizá lo único que acerque a ambas aproximaciones es que pueden las dos pasar
por “izquierda”; pero el capitalismo light
de los socialdemócratas de la tercera vía, como Anthony Giddens o Philipe
Petit es también de izquierda, y es bien sabido que nada tiene qué hacer esta
“izquierda” con reivindicaciones indígenas, étnicas o culturales en general y
se enlaza bien, en cambio, con el economicismo metafísico cuya agenda en el
mundo ha generado la reivindicación de algún tipo de nuevo indigenismo,
orientado a dar cuerpo a un discurso filosófico qué oponerle como respuesta.
Tal vez muchos liberales de izquierda o izquierdistas tercera vía adopten
discursos multiculturalistas, interculturales o de diálogo entre culturas, pero
suele ser siempre bajo el esquema metafísico liberal, cuya consecuencia es el
mismo economicismo metafísico contra el que, en el contexto del Congreso, da
lugar y sentido a las posturas en favor de un pensamiento o una filosofía
andina.
Quien desee pensar seriamente el mundo andino desde un ángulo filosófico no
debería abordar los problemas que son de su interés desde la
filosofía del multiculturalismo, etc. sino desde alguna filosofía que le
permita diferenciarse del mundo Occidental sin tener, a la misma vez, que
aceptar sus instituciones y sus valores, lo que evidentemente conduce tan solo
a una penosa perplejidad. No vivimos en París o Londres, ni en la nueva
Alemania multicultural, donde viviremos para verla escenario de las más atroces
consecuencias violentas de una convivencia pensada neciamente.
Aunque uno puede creer que Alain Badiou es comunista, que de alguna manera Ernesto
Laclau y su esposa, o Gianni Vattimo también lo son, sería un grave error creer
que se trata de pensadores marxistas como lo eran los de la época de la Guerra
Fría. Los que en la actualidad se autodenominan “comunistas” no son estudiosos
del legado de teoría económica o la filosofía de la historia de Carlos Marx,
sobre lo que ya no se realiza estudios académicos significativos y resulta raro,
en realidad, hallar estudios de cualquier clase, incluso para estar en contra.
Y esto se debe a que, digan lo que digan los antes mentados, ellos mismos no se
toman en serio los rasgos que definen el marxismo como filosofía: una
metafísica de la historia, que es la traducción en términos sociales del
lenguaje cientificista, racionalista y economicista que sería propio de un filósofo
que verdaderamente fuera marxista. Tampoco se toman en serio pensar un régimen
político comunista, donde reinara ese marxismo economicista, etc., en el
sentido de no democrático-representativo, libre de esa amenaza a todo proyecto
histórico de largo plazo antiliberal que son los procesos electorales que ahora
se llama “democráticos”, aunque sería mejor denominar “liberales”, pues el ABC
de todo conocimiento político sobre la democracia es que la liberal es solo una
variedad de la democracia, aunque los medios de prensa se aúnen a la ignorancia
para sostener lo contrario.
El único país comunista de verdad en América es Cuba que, como realidad
revolucionaria exitosa y vigente, tuvo en el XV Congreso a la profesora de la
Universidad de Oriente a una representante genuina. Ella recordó a todo el
auditorio (quien firma incluido) que si uno se halla interesado en la verdad de
los problemas políticos y sociales, deberá ver el canal Telesur. Descubrí con
sorpresa que la mayoría de los asistentes al Congreso veían ese canal. Ahora
reflexionemos un poco. Cuando uno ve al actual presidente de Cuba en la primera
fila de las grandes misas multitudinarias que se ha celebrado en La Habana en
el último lustro, cabe preguntarse si él mismo es cientificista, racionalista o
economicista como Lora Cam, o si cree en algún tipo de metafísica de la
historia con esos rasgos en la cual Cuba fuera la realidad del Espíritu
absoluto. En realidad el Presidente de Cuba parece ser comunista tanto como el
teócrata de Irán, un clérigo chiíta que es más poderoso políticamente que el
emperador al que ha sustituido con su revolución, o como el gobierno ruso, que
ha sellado una alianza entre el Estado y la Santa Iglesia Ortodoxa y va camino
a restablecer la monarquía, o el Presidente de Namibia, uno de los países que
encabezan la resistencia global contra la ética sexual de los regímenes
capitalistas y que, aunque los medios liberales tratan de dictador, la verdad
es que es un gobernante democráticamente elegido. Con algo de reticencia, debe
incluirse en esta lista, aparte de China e India, mega-países donde hoy se
defiende las religiones nacionales a costa del Estado, se levanta o restaura
los templos y se protege los cultos ancestrales, al Vaticano, cuyo gobernante
dijo delante del Presiente del Ecuador hace unos meses –literalmente- que había
que seguir “con nuestra revolución”. Todos estos países, desde Irán a la Santa
Sede, son aliados del comunista de La Habana. Si hubiera algo “comunista” en
todo esto, con certeza no hay nada en el significado de estas realidades
político-sociales de racionalismo, cientificismo o economicismo. Nada de
liberalismo de izquierda tampoco, que se filtra siempre a través de recursos o
instituciones financiadas por los Estados Unidos o sus dependencias europeas.
He omitido las frases o expresiones cuyo tono alto es a la vez inútil y
cuyo desarrollo pudo oírse luego en el auditorio. Lora Cam, tal vez sin
proponérselo, dejó en claro que el discurso sobre lo andino o los conflictos de
culturas son epistemológicamente incompatibles con el racionalismo, el
economicismo y el cientificismo, que es lo que nos interesa aquí resaltar y
cuya paradoja subyace, como antes he subrayado, en la filosofía del
multiculturalismo, etc. que se ha creado en los países liberales para resolver
sus problemas de integración entre agrupamientos humanos en sociedades donde,
supuestamente, hay un consenso general sobre los valores e instituciones
liberales. Antes que problemas filosóficos, la filosofía que trata estos temas
en los países hegemónicos se halla interesada en la implementación de políticas
sociales de asimilación o convivencia con agrupamientos altamente disímiles en
una cultura liberal. Allí la filosofía se halla enmarcada en el interés,
metafísicamente anterior, de conservar sociedades capitalistas ricas con
poblaciones complejas. Nada de eso tiene que ver con el mundo andino, como
tampoco con el mundo ruso, o chino o japonés. Quien quiere una filosofía
propia, andina o peruana, debía primero pensar en la realidad que debía
suscitarle el planteamiento de sus problemas; si esa realidad se halla sólo en
los libros en inglés, en la televisión de cable o en la ideología de los
colectivos sociales financiados por los Estados Unidos, ya se entiende qué
realidad quiere atender ese pensamiento “andino”.
Si hay algo de la entrevista con Lora Cam que me deja sumamente
insatisfecho, y con lo que deseo terminar estas memorias, que entiendo ya deben
resultar excesivas para el lector, es que no parece conocer la hermenéutica, ni
su significado como discurso filosófico orientado a la interpretación de
realidades sociales, incluyendo allí los conflictos de culturas o los
conflictos en general. Su extremo racionalismo, cientificismo, etc. se
sostienen en gran medida en el desconocimiento de la hermenéutica lo cual es,
se me permita decirlo, intolerable académicamente hablando. No se trata, como
dijera Vattimo en la década de 1980, de que la hermenéutica es un lenguaje
“koiné” de la cultura, pues no creo que eso sea cierto realmente. El
vocabulario social recoge, hasta hoy, ideas metafísicas del siglo XVIII que
cualquier filósofo atento a la historia de su propia profesión sabe que no
tienen sustento, y a veces ni siquiera sentido, como “razón”, “progreso”,
“Historia”, “libertad”, etc., por citar solo algunos de los que generan menos
resistencia en el inconsciente filosófico. La gente educada, por las razones
que fueran, incluso dentro de la esfera de la tradición filosófica, da por
sentado que los códigos de interpretación liberales de la experiencia humana
tienen un contenido normativo, esto es, que son criterio para calificar y
estimar un trabajo filosófico como bueno o malo, o al menos como peligroso. Publicado por Víctor Samuel Rivera en 21:43 0 comentarios
Etiquetas: Carlos Mora, Fidel Tubino Arias Schreiber, XV Congreso Nacional de Filosofía, Zenón Depaz
lunes, 7 de diciembre de 2015
El califato del fin del mundo / Manel Gozalbo
Excelente artículo informativo sobre la concepción apocalíptica del Estado Islámico, polémica monarquía oriental cuyo objeto es restablecer el Califato abolido por el gobierno anticlerical que instaló la República de Turquía.
Para acceder al texto, aplaste la imagen de los guerreros santos islámicos en la parte superior.
Publicado por Víctor Samuel Rivera en 21:28 0 comentarios
Etiquetas: Califato Islámico, Estado Islámico, ISIS, Manel Gozalbo
viernes, 4 de diciembre de 2015
I Congreso Regional/ Actualidad de la filosofía en la sierra de Ancash
Publicado por Víctor Samuel Rivera en 16:28 2 comentarios
Etiquetas: I Congreso Regional de Filosofía, Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo
I Congreso Regional de Filosofía (Huaraz) / Proyecto y programa
La
valoración de la Filosofía es realmente grande en nuestro mundo actual; pero
también es preciso decir que la Filosofía siempre ha sido importante; es decir,
que en todas las épocas y civilizaciones ha sido importante debido a que la
misma busca el camino del conocimiento y de la sabiduría; aun así podríamos
decir que la misma ha adquirido un mayor valor en la actualidad por varias
razones, como por ejemplo; la importancia de entender que la destrucción del
planeta es posible y que entonces debemos reflexionar para intentar transformar
esta realidad. Se debe considerar importante la filosofía porque ella es el ser
humano en sí mismo, el ser en búsqueda del conocimiento que es lo que
verdaderamente nos hace libres, porque de lo contrario seríamos esclavos del
pensamiento como sucede en muchas sociedades donde es manipulado el pueblo
gracias al poder de los medios de comunicación utilizado por los poderosos como
medio para alcanzar sus fines de mantener a las mayorías en la ignorancia
suprema. Es importante porque el pueblo (Sierra Ancash) es filósofo, la
sociedad es filósofa, la mujer, el hombre son filósofos, los músicos, los
artesanos, los obreros, los trabajadores y por qué no los campesinos también son filósofos; porque a todas y todos nos
gusta buscar el conocimiento.Partiendo de que la filosofía es el amor por la sabiduría diríamos entonces que esta definición clásica la convierte en una tensión que nunca concluye, en una búsqueda sin término del verdadero conocimiento de la realidad. La importancia y utilidad de la Filosofía es una verdad práctica y de sentido común. Si se considera la Filosofía por parte de su etimología, nada más digno del ser humano, como el ser inteligente, que el de la búsqueda del amor a la sabiduría. La filosofía es un saber eminentemente interdisciplinar, ya que emplea las aportaciones de diferentes disciplinas científicas y de distintos tipos de saber, sin limitarse a ninguno de ellos; en este sentido, la filosofía va más allá de las habituales especializaciones del saber científico.
Publicado por Víctor Samuel Rivera en 16:26 0 comentarios
Etiquetas: I Congreso Regional de Filosofía
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