El Nihilismo (parte V)
Resumen
del libro "El Nihilismo" de Franco Volpi para uso de estudiantes
Alejandro Molina
Capítulo
XIV
Nihilismo, posthistorie, fin de la historia
Nihilismo, posthistorie, fin de la historia
Nietzsche ha
previsto el resultado al que arriba la moderna comprensión científica de la
historia. Prisionero de la mentalidad historicista, el hombre vaga como un
turista ocioso en el jardín de la historia, pasando revista a todas las bellezas
y las curiosidades que éste ofrece a la vista, pero se vuelve él mismo incapaz
de acción histórica: se comporta como un observador destacado, indiferente a la
tradición y la utopía, en conformidad con aquel tout comprendre que es, al mismo tiempo, un tout pardonner, y que lo priva de la fuerza de decidir, en decir,
de actuar.
Relativismo y escepticismo, pesimismo y nihilismo, son
momentos del camino que lleva hacia el agotamiento de la historia, entendida
como decurso lineal y progresivo de los destinos magníficos. Para confirmar este proceso hacen su aparición
reflexiones y convicciones crepusculares que incrementan la sensación de que se
ha llegado a un estado final irreversible. Se teoriza expresamente sobre la
idea de un “fin de la historia” y de una posthistoire. ¿Qué se entiende por posthistoire? Depende de la idea de historia que se pretende haber
dejado atrás. En el debate actual la
expresión ha sido introducida y usada en función de un diagnóstico crítico del
presente: se quiere indicar la salida de la historia entendida como progreso
lineal y la entrada en una dimensión donde eso que era historia –evolución,
desarrollo, progreso según el curso e imparable e irreversible del tiempo- ha
sido puesto fuera de juego por el estancamiento al que los sucesos históricos
han llegado.
Capítulo
XV
Técnica y nihilismo
Técnica y nihilismo
Juntamente con la
difusa conciencia de que la técnica se ha convertido en uno de los elementos
dominantes de nuestra época, en el factor principal de globalización, ha
emergido también la preocupación en torno de su verdadera naturaleza, su
desarrollo y la posibilidad de controlar su dinámica. En el ámbito filosófico se ha conformado
alrededor de ella un campo de reflexión bien definido: la filosofía de la
técnica.
La asociación
entre la ciencia y el progreso humano ya no resulta tan evidente e inmediata
como antes. Se percibe que la
tecnociencia esconde peligros, puesto que se está haciendo cada vez más manipuladora
y va a afectar el esencialismo y el sustancialismo de la visión humanístico-cristiana
tradicional del hombre.
La tecnociencia
está transformando profundamente al hombre, en ausencia de una guía responsable
y eficaz. El hombre es más que nunca un
animal precario. Pero si su precariedad
y su carácter único reclaman una especial vigilancia a fin de preservarlo, se
plantea la pregunta. ¿a qué puede atenerse todavía el espíritu, hoy angustiado
y desorientado?
Capítulo XVI
El
nihilismo en Italia
Vattimo ha
elegido la conciencia nihilista, así entendida como horizonte de su pensamiento,
y no ha dudado en proclamarse apologista del nihilismo. En tal programa, recibiendo a su manera la
crítica y la superación de la metafísica teorizada por Nietzsche y Heidegger,
Vattimo ha afirmado la exigencia de renunciar a las categorías fuertes de la
tradición filosófica occidental y ha esbozado una “ontología débil” que
pretende reconocer y aceptar el devenir en su facticidad, sin adjudicarle un
sentido que lo trascienda y sin imponerle formas, categorías o esquemas
interpretativos fuertes, que terminarían inevitablemente por inhibir el fluir. En contra de ella, Vattimo propugna una
actitud filosófica que no elimine ni intente topemente reconducir a la unidad
la fragmentación de lo real, la irreducible diversidad de los juegos
lingüísticos y las formas del saber, ni tampoco padecer todo esto como una
circunstancia inevitable, sino que lo acepte como característica esencial y
positiva del mundo contemporáneo.
Capítulo XVII
Capítulo XVII
¿Más allá del nihilismo?
El nihilismo
significa mucho más que una corriente de pensamiento contemporáneo; su fantasma
merodea doquier y se ha impregnado en la cultura occidental en todas sus
manifestaciones, tanto la filosofía como la literatura, el arte, la política, y
muchos más ámbitos que hacen parte del entorno natural de la persona humana.
La palabra
“nihilismo” no pertenece ya a las élites académicas, sino que es manifestación
de un malestar habitual en la cultura, causado por la racionalización de todo,
y con ello la fragmentación y desencanto de nuestra imagen del mundo, lo que ha
contribuido al olvido de los valores últimos, la corrosión de las creencias y
la difusión del relativismo y el escepticismo.
Ni la música, ni el arte, ni la religión, ni la política ni la moral
parecen dar respuesta a esta crisis.
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