EL NACIMIENTO DE LA TECNO-BIO-POLÍTICA:
Libertad,
control y resistencia en las sociedades tecno-escriturales (IV)
La relación entre el lector,
el escritor
Jimmy
Hernández Marcelo
Universidad
Pontificia de Salamanca
¿Cuánta libertad
tenemos cuando nos navegamos en internet? ¿Cuánta privacidad tenemos al mandar
un mensaje de textos desde nuestro teléfono celular? ¿En qué medida puedo estar
seguro de mi privacidad? ¿Hay espacios para la libertad y la auto-afirmación cuando
no puedo vivir sin estar conectado y sin que alguien comente mis fotos?
El sistema de lectura y
escritura detrás del internet hace que toda la información que está contenida
en su páginas (tecno-páginas) sea susceptible a sistemas de control. Estos se manifiestan,
por ejemplo, en la recepción de información sobre las preferencias de los
usuarios. De modo que, cuando creemos que elegimos, en realidad nuestra
elección está siendo direccionada hacia algunos productos o servicios
determinados. Llegamos a creer, también, que nuestros movimientos por la web,
en nuestra mayor intimidad no es vista por nadie, ni nadie se da cuenta de lo
que hago en la web. Nada más falso. El internet es un sistema de registro, y
como tal, funciona a razón de lectura constante de los movimientos de los
usuarios. Siempre hay alguien detrás de la escritura y para quien la escritura
resulta importante por su gran capacidad de reflejar al otro: el lector.
Este lector no es un
sujeto cualquiera, sino que es todo sistémico que procesa las inscripciones con
fines restrictivos o direccionantes. En la dinámica del usuario lo encontramos
con el nombre de servidor. El servidor es el que provee la red, aunque el mismo
no es la red. El reproduce toda la información que circula por su espacio en el
ciber-espacio. Tiene poder, creámoslo o no, sobre nuestra información. Él la
puede leer siempre y genera patrones de comportamiento de cada usuario. De modo
que los usuarios tienen pocas posibilidades de elección y de orientación del
desarrollo del sistema mismo. Los IP son precisamente aquella marca virtual que
nos determina y define en la Web y que nos hace ubicables siempre y en todo
lugar.
Los medios tecnológicos
de comunicación: e-mail, facebook, twiter, skype, blogs, etc. son instrumentos
de lectura y escritura; así mismo, eltele-fono ha ido convirtiéndose progresivamente
en un sistema de escritura antes que servir como sistema fonológico.Con los
teléfonos celulares funciona de la misma manera, el operador del servicio puede
conocer nuestra ubicación específica siempre. Pudo yo decir que hable con tal o
cual persona, que le escribí tal o cual mensaje, y que el record de llamadas o
mensajes ha sido eliminado de mi bandeja de salida y que por ello ya no existen
más. No es del todo cierto, el proveedor del servicio siempre tiene nuestra
información “a la mano” de nuestro ficticio mundo privado. Del que sólo yo
podía tener conocimiento. Los últimos sucesos de espionaje telefónico nos ponen
en alerta sobre el peligro de la violación de la propia intimidad acaecida en
los sistemas de comunicación tecno-escriturales.El Gran Hermano de nuestra
comunicación no “todo lo ve”, sino “todo lo lee”. Escribe lo que leemos, lee lo
que escribimos. El nivel de conocimiento absoluto, o conocimiento del absoluto
llega a niveles que el mismo Hegel envidiaría.
Dos características no
consideradas en los proyectos logocéntricos comunicacionales son la ubicuidad y
la individualidad a las que han llegado hoy muchos de los instrumentos
tecnológicos de comunicación (laptop, tablet, blackberry, I-Pad, I-phone, GPS,
etc.).La pregunta por el ser ha sido reemplazada por la pregunta por el estar.
¿Quién eres? Por ¿Dónde estás? Frente esta pretendida ubicuidad e
individualidad de las tecnologías de la comunicación, se presenta un sistema
mucho más sutil y eficaz de control; los IPs y los servidores de Internet localizan
a sus usuarios en cualquier parte del mundo, lo mismo sucede con los servidores
de los sistemas de telefonía. La popularización de los GPS hace posible ubicar
a cualquier persona con sólo contestar su teléfono móvil. Ante las nuevas
cadenas tecno-escriturales, la caverna platónica se ha expandido a todos los
rincones de la tierra donde haya sistemas tecno-escriturales de comunicación.
Han comenzado a aparecer nuevas identidades performativas en defensa y también
en detrimento de la libertad de los individuos, por ejemplo los bloggers, los
hackers, trolls, etc.
La renuncia voluntaria
a la privacidad es un componente indispensable de nuestros sistemas de
comunicación. Nos vemos arrojados
voluntariamente a un mundo que no es real ni es libertario. El panóptico no
necesita una ubicación privilegiada para ejercer el poder de control, ahora
puede estar en cualquier ubicación y seguir ejerciendo su control sobre los
usuarios. los proyectos de ley SOPA, PIPA y el más reciente CISPA nos confirman
este novel de control, pero también el temor del panóptico a los escapes
libertarios al control.
¿Es todo malo en el
sistema de tecno-escritura? Creo con convicción que no. La escritura en es un
pharmakon, en su doble significación: remedio y veneno. En la justa medida
puede salvar, pero en su uso desmedido puede llevar a la muerte. Nuestras
dinámicas de lectura-escritura han servido y sirven mucho para acercar a las
personas, para ayudar a luchas políticas, congregar marchas, reunir fondos,
etc. Pero como vehículo de comunicación, puede comunicar muchas cosas, entre
ellas los vicios, los insultos, la subordinación, los traumas, etc. Libera y
subordina, afirma y niega, construye y destruye. ¿Podemos, entonces usarla para
una auténtica resistencia contra el control? Claro que sí.
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