lunes, 10 de octubre de 2011

La historicidad como principio de la compresión del Dasein, parte II

La historicidad como principio de la compresión del Dasein, parte II


Ricardo Milla
Pontifica Universidad Católica del Perú


Temporeidad e historicidad en el Dasein

La temporeidad del Dasein es ante todo el recorrido entre el nacimiento y la muerte. El nacimiento le es una realidad que es-siendo-sida y la muerte se le da como su realidad última. Nacimiento y muerte son “términos” del Dasein. El ser-para-la-muerte descubre que la realidad más prístina del hombre es su propia muerte y que de ahí comprende la totalidad de su vida, por lo que su pasado cobra una tonalidad ontológica
superior. Ser para la muerte es estar volcado a la potencia del tiempo y hace ver la temporeidad propia del Dasein. Aquí también recordamos la situación de cuidado que tiene el Dasein con su existencia, puesto que ese “entre” del nacimiento y de la muerte es un “entre” que está signado por el cuidado. “En cuanto cuidado, el Dasein es el “entre”.”

Además nos dice Heidegger:


El análisis de la historicidad del Dasein intenta mostrar que este ente no es “tempóreo”porque “esté dentro de la historia“, sino que, por el contrario, sólo existe y puede existir históricamente porque es tempóreo en el fondo de su ser.

“La finitud, cuando es asumida, sustrae a la existencia de la infinita multiplicidad de posibilidades de bienestar, facilidad, huida de responsabilidades, que inmediatamente se ofrecen, y lleva al Dasein a la simplicidad de su destino [Schicksal].”

El destino retumba en el Dasein porque él mismo es destino. En su finitud está signada la huella del destino, lo que le viene dado desde el pasado que le es-siendo-sido. El ser-en-el-mundo del Dasein le permite estar abierto a todas las circunstancias que acontezcan en su vida.

Heidegger es claro al indicar que:

Cuando el Dasein, adelantándose [hasta la muerte], permite que la muerte se torne poderosa en él, entonces, libre ya para ella, se comprende a sí mismo en la propia superioridad de poder [Übermacht] de su libertad finita (libertad que sólo “es” en el haber hecho la propia opción), para asumir en esa libertad finita la impotencia [Ohnmacht] de su estar abandonado a sí mismo y poder ver con claridad las contingencias de la situación abierta. Pero, si el Dasein destinal existe esencialmente, en cuanto estar‐en‐el‐mundo, coestando con otros, su acontecer es un co‐acontecer, y queda determinado como destino común [Geschick]. […] El destinal destino común [dasschicksalhafteGeschick] del Dasein en y con su “generación” es lo que constituye el acontecer pleno y propio del Dasein.

Por otro lado, el tema de la repetición y de la tradición son importantes para el estar-en-el-mundo del Dasein y dan muestra de su temporeidad e historicidad.

Ahora bien, si el destino constituye la historicidad originaria del Dasein, el peso esencial de la historia no recae ni en el pasado ni en el presente en su “conexión” con el pasado, sino en el acontecer propio de la existencia, que brota del futuro del Dasein. La historia, en cuanto forma de ser del Dasein, hunde sus raíces tan esencialmente en el futuro, que la muerte, como esa posibilidad del Dasein antes descrita, rechaza a la existencia precursante hacia su fáctica condición de arrojada, otorgando así al haber‐sido su peculiar primacía dentro de lo histórico. El modo propio de estar vuelto hacia la muerte, es decir, la finitud de la temporeidad, es el fundamento oculto de la historicidad del Dasein.

La historia tiene su peso en el haber-sido que parte de la importancia del futuro del Dasein cuando éste encara la muerte propia. La repetición es el acto por el cual el Dasein vive su historicidad, en que repliega sobre sí su temporeidad.

Al Dasein le es propio tener un mundo y estar en él. Comprender es proyectarse una posibilidad propia de ese estar en el mundo. El mundo es lo que fundamenta la existencia y posibilidad del Dasein. Por lo que: “El acontecer de la historia es el acontecer del estar‐en‐el‐mundo. La historicidad del Dasein es esencialmente historicidad del mundo, un mundo que, en razóndel carácter extático‐horizontal de la temporeidad, pertenece necesariamente a la temporización de esa temporeidad.” La historicidad del mundo es posible gracias a su participación del ente intramundano que es el Dasein. “La historicidad propia comprende la historia como el “retorno” de lo posibley sabe, por eso, que la posibilidad sólo retorna cuando la existencia estádestinal‐instantáneamente abierta para ella en la repetición resuelta."

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