domingo, 26 de abril de 2009

Philosophia Belli



Philosophia Belli

Dick Tonsmann
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima

"En un siglo de revolución aparentemente permanente, la filosofía era el único medio para librar a la universalidad de las reclamaciones fortuitas"
Henry Kissinger: A World Restored

Durante el siglo XX el marxismo predominante afirmaba que la lucha de clases era el motor de la historia. Así, la sociedad comunista era la fórmula materialista de la paz perpetua kantiana. Una de las tantas variantes seculares del reino de los cielos aquí en la tierra. Con la caída del muro de Berlín y la quiebra del imperio soviético, la doctrina quedó desfasada en el orden internacional y en las políticas internas de los diversos países. Las izquierdas debieron reciclarse hacia el ecologismo, liberalismo entendido como progresismo social enmarcado en la aceptación de una economía de mercado y luchas por las minorías. La pregunta sería si este cambio obedece simplemente a una maniobra estratégica para no perder espacio público o si hay en el fondo un movimiento social que justifica una nueva división entre derechas e izquierdas y, por lo tanto, se va perfilando una auténtica lucha por el reconocimiento que no debe ser absorbida por movimientos que parecen poco menos que romanticismos sentimentales.

A este respecto, en 1968, Raymond Aron con extraordinaria lucidez y en contra de las tendencias de su tiempo insistía en que: "Para el último tercio del siglo XX, los conflictos étnicos, respecto al dominio político, social o racial (todos a la vez o simultáneos) se presentan como mucho más probables que la continuación de la lucha de clases en sentido marxista. (…) Dentro de las naciones mismas, como también en el escenario internacional, las disputas étnicas, que son nacionales por un lado y raciales por el otro, están destinadas ciertamente a convertirse cada vez más en una amenaza durante los próximos años”.


Esta descripción de los nuevos conflictos nacionales y mundiales hecha por Aron muestra la ingenuidad que había en creer que la lucha entre el proletariado y la burguesía era la lucha final. Las transformaciones sociales instauran nuevas luchas para cada generación y ahora constatamos cómo problemas étnicos llevan a conflictos armados en varias partes del mundo. No se trata de que la pobreza no sea un factor determinante sino que hay identificaciones de grupo que van más allá de lo económico. Dichas identificaciones sociales incluyen elementos diversos como pueden ser la raza, la nación o la religión. Tales grupos, desiguales con otros en el poseer y el saber, buscan ser reconocidos para que puedan disfrutar de la riqueza y la cultura que consideran propia. Y el disfrute y el desarrollo de uno y otro no se satisfacen con declaraciones formales de derechos. Al haber desigualdad social es imposible hablar de igualdad jurídica, como si se pudiese tener derechos políticos y no tener derechos económicos, sociales ni culturales. El problema es que la homogeneidad de todos los grupos en conflicto no es posible en las democracias donde gobiernan las mayorías electorales que desplazan a las diversas minorías. Después de pasada la época de las grandes conquistas y luego del colonialismo, las revoluciones tecnológicas de los medios de locomoción han facilitado la movilidad geográfica de las poblaciones de manera que vivimos en un mundo de cada vez más inmigrantes y refugiados. Y el movimiento migratorio siempre supone un choque cultural y una realidad de desigualdad a todo ámbito.

Un Estado, por ejemplo, en el que los ciudadanos, para ser tratados todos homogéneamente, son considerados sólo como individuos, supone una destrucción antinatural de las identificaciones sociales. Por lo tanto, vínculos raciales, religiosos o culturales en general aparecerán de manera constante e, incluso, en forma fanática y rabiosa como signo de identificación real. Así, al carecerse de un sentido natural de patria, la violencia está servida en el modelo del Estado liberal. En una situación así, los Estados no podrán evitar el conflicto, sino que sólo podrán controlarlo por intervalos diversos de tiempo hasta que la violencia vuelva a aparecer. Lo único que podría alargar estos intervalos (y no para siempre por razones generacionales), sería una concientización educativa homogénea de principios morales que vayan más allá de la mera tolerancia en favor de una insistente práctica de la misericordia. Esto supondría un Estado con un contenido moral que esté sobre los intereses de los partidos, pero la política ‘democrática’ de los diversos países está lejos de pensar en un plan institucional de primer orden en ese sentido. Primero deben cumplir con sus compromisos electorales.

El asunto se agrava si buscamos hablar de una homogeneidad entre Estados. Si no hay homogeneidad dentro de un país determinado, ¿cómo puede haberlo en el orden internacional? Los límites de los países no son los límites de las culturas y, por lo tanto, cualquier orden social internacional basado en la mera distinción de Estados-nación, está condenada al fracaso. Así, cuando las Naciones Unidas buscan la paz intentan homogeneizar el trato y juzgar a todos los países con un mismo rasero. Pero, para ello, deben imponer condiciones que no son sólo formales sino también de contenido. En la perspectiva actual, supone que los principios del Estado liberal deben ser universales. A saber: libre mercado, separación entre Iglesia y Estado, derechos humanos fundados en el derecho a la propiedad, democracia electoral y respeto a la ley positiva entre otros. La paz mundial en ese sentido obliga a que todos los Estados deban aceptar estas reglas de juego para sus propios órdenes internos. La hipótesis de que esto sea posible sólo funciona si se afirma que la humanidad ha evolucionado como un bloque homogéneo en un mismo sentido, lo que es algo teóricamente irreal. Y forzar a todos los Estados a que actúen como si así hubiese ocurrido es prácticamente inaceptable para la mayoría de países. Nuevamente, el conflicto está servido. Aron escribe:

“En el dominio de la creación artística, de las creencias religiosas y hasta del orden social, la humanidad nunca ha sido una sola ni ha manifestado en forma consistente ninguna conciencia de su unidad. ¿Accederá la humanidad a renunciar a sus conflictos ‘intraespecíficos’, o sea a la guerra, si el precio de la paz es la pérdida de las diversidades culturales? (…) Como ciudadanos y como creyentes, los hombres han demostrado repetidamente que son capaces de preferir su fe a su vida, y no ceden aunque la batalla sea vana”.

La pregunta retórica aquí expresada nos lleva a plantear un problema serio. La guerra sólo es lícita si es una lucha por el reconocimiento que, a posteriori, debe resultar en una madurez moral del pueblo que combate, madurez consistente en el ejercicio personal e institucional de la misericordia. Pero, en muchas ocasiones, la identidad cultural no coincide con dicha forma de práctica ética. Una cultura de guerra (que cultiva la guerra como un arte), una cultura de competitividad (centrada en el individualismo del que el altruismo es sólo una apariencia vacía) una de machismo (en el que la mujer es violentamente recortada en sus libertades básicas) o una tecnócrata (donde los niños son sólo medios y no fines en sí mismos), son culturas inmisericordes, pero son culturas. Gran parte de las guerras en las que estaban metidos y están los Estados Unidos de Norteamérica ha sido por una defensa del modo americano de vivir (american way of life). Y no sólo nos estamos refiriendo a que un tipo de vida considere como agresor a otras formas de conducta socio-cultural (como que un barrio cristiano protestante no permita vivir a alguien que trabaje el domingo), sino que, aún más, como son culturas inmisericordes, la victoria de cualquiera de ellas en el conflicto o en la guerra no acabará con el racismo o la discriminación étnica.

En este conflicto de estructuras sociales debemos recordar también el papel que juegan las creencias religiosas. En el mundo occidental cristiano, dada la separación entre Iglesia y Estado, la religión, en sus diversas denominaciones, ha dado paso a formas ideológicas de nacionalismo o racismo como si fuesen religiones seculares. Por ello, el menosprecio del cristianismo como ente de identificación de grupo ha sido una de las causas principales de conflictos internos al interior de Europa en el siglo XX. Y es este mismo menosprecio por ese carácter de identidad que dan otras religiones a otras etnias, lo que genera en gran parte las guerras internacionales de nuestros días. El hecho de subestimar a unas y otras ha resultado en lo que se ha dado en llamar “La revancha de Dios”. Basta con mostrar dos ejemplos. En una oportunidad el gobierno norteamericano de Richard Nixon subestimó el poder de identificación que había de la Iglesia Latinoamericana con su feligresía, creyendo que podía deshacerse fácilmente de ella por su lucha contra el capitalismo inundando los países con propaganda evangélica. Nada más lejos de todo éxito. Si hay un sitio donde la Iglesia Católica genera cohesión social, ese es el pueblo latinoamericano. De la misma forma, sólo la identidad religiosa del pueblo polaco permitió el inicio del fin del dominio soviético. Algo que norteamericanos y soviéticos subestimaron o tardaron en darse cuenta. Como dice la cita de Aron de líneas arriba, los hombres son capaces de preferir su fe a su vida, aunque la batalla sea vana. ¿No se han dado cuenta todavía las Naciones Unidas que la guerra del medio oriente entre judíos y palestinos será interminable si se sigue subestimando el papel de la fe en beneficio de un orden secular?



En ese mismo sentido, en un momento de admiración ante el Concilio Ecuménico Vaticano II, Aron llega a decir que: "El nuevo espíritu ecuménico, el respeto que se profesan últimamente los representantes de las grandes religiones, atestiguan quizá una conversión al espíritu universalista en el seno de la sociedad moderna". Esta hermandad que aquí se menciona corresponde al modo en el cual las diversas denominaciones cristianas buscaron lo que las unía cerrando finalmente el capítulo de las guerras de religión en Europa. Como contrapartida, las guerras del siglo XX, que fueron guerras de ideologías seculares basadas en la modernidad y la tecnología, concluyeron al cabo de poco más de veinte años después. Quizás el aggiornamento católico fue la piedra de toque necesaria para el final de la guerra fría. Sin embargo, el siguiente paso del Concilio que era la apertura plena a las religiones monoteístas de raigambre histórica como el judaísmo y el islamismo no se ha completado. Lo que supone que el modelo de secularización de las cruzadas será determinante en los próximos años o décadas porque la consideración de comunidad cristiana como comunidad humana no está de ninguna forma implícita en la modernidad tecnológica que, yendo de la mano de la ideología liberal busca la universalización por el mercado y las armas. No es sino una nueva ideología que subestima a la religión para una nueva guerra. En ese sentido, la mal llamada posmodernidad, que derrocha en moda y en excentricidades para defender su cultura, puede permitirnos decir, lamentablemente, que hay ‘guerra para rato’.



dtonsmann@hotmail.com

85 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que corregir el estilo, ya que no está bien redactado.

Anónimo dijo...

De Anonimo II a Anónimo I:

La Ignorancia del que no sabe leer diría eso

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimado Dick;

Como una moción de orden, creo que es razonable hacer distinciones en torno a qué se entiende por el término "posmodernidad". Para el mundo académico, reconozco que hay tres sentidos relevantes, los cuales no se distinguen bien en tus ecritos (pienso en este post pero también en tu estupendo artículo "¿Qué fue de la postmodernidad?").

1. Cultural. En cierto sentido, se ha hecho sinónimo de "nihilismo". Es sinónimo de A.) pérdida de "certezas" en valores absolutos, o "relativismo" también B.) "decadencia" respecto de un horizonte previo más ordenado o con más sentido. Ambas posiciones semánticas son nostálgicas, aunque ambivalentes.

2. Estético. Es el nombre de una corriente artística, literaria o arquitectónica, pasajera y recurrente. Algunos filósofos, como Albercht Wellmer o Habermas, han sistemáticamente confundido el uso filosófico con éste.

3. Filosófico. Se refiere a un diagnóstico de la modernidad como agotamiento de sí misma y la apertura de un tiempo de experiencia nuevo para la historia occidental. Sus bases están en la interpretación de la modernidad y el rol de la técnica en ella por Heidegger.

Tú enfatizas el primer sentido, hablando de relativismo o cultura posmoderna (esto es, nihilismo liberal), pero lo extiendes muchas veces a los otros dos usos. Esto ocurre en el presente post.

Por ahora creo que es suficiente.

Dick dijo...

Estimado Victor Samuel:

Gracias por tus observaciones.
Acabo de revisar el texto y veo que sólo uso el término posmodernidad al final para enfatizar el sentido efectivamente cultural asociado al kitch y no lo uso en el resto del presente post, asociandolo con tu propia idea de nihilismo. La extensión es tuya. Por otro lado, efectivamente tu debes estarte refiriendo más al artículo ¿qué fue de la posmodernidad? eque era más bien un análisisi del sentido que pretendía desarrollar Lyotard y que provocó la respuesta de Habermas quien trata de justificar un concepto de modernidad que, een el ámbito estético (particularmente de la Arquitectura ya ha quedado desfasado)
Por otra parte, sin hacer mención al tema del debate modernidad-posmodernidad, creo que se entiende mejor lo que quiero decir
si ponemos la referncia de Aron que tuvo que ser eliminada por cuestión de espacio, pero que aquí me permito incluir:
“Nos contentaremos con afirmar que el orden social alcanzará la paz cuando el deseo de distinción y prestigio no encuentre su expresión en nada más dañino que el snobismo”.

Saludos

Víctor Samuel Rivera dijo...

Hola.


Debo acotar que estaba más enlazado con tu artículo sobre la postmodernidad que en la línea dedicada al tema en este post.

No puedo estar más de acuerdo con la sección final de tu cometario.

Un abrazo.

Ricardo Milla dijo...

Estimado Dick:

Ante todo, déjame darte la bienvenida a La Coalición, darte las gracias por querer ayudar con nuestro humilde blog y felicitarte por tan buen escrito (si bien mis felicitaciones valen poco para con el maestro cuando vienen del discípulo).

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¿Se puede hablar de una igualdad para todos o es mero juego de palabras? Pues, se constata en la realidad que no todos somos iguales, ¿cómo así hablas de una igualdad de educación e igualdad ante la ley?

Y sobre tu análisis de la homogenización ¿es algo a lo que debamos recurrir de manera reformada, o es que no se debe aspirar a una homogenización?

Hay algo, en todo esto, que llego a notar: el deseo liberal de hacer de todo el mundo un lugar igualócrata, es decir, que todos los Estados lleguen a un punto tal de igualidad que desaparezcan las barreras culturales –necesarias- que nos separan. Ahora bien, ¿esto no acarrea grandes problemas, como los que estamos viendo ante el proceso de la globalización?

Por otro lado, corrígeme si me equivoco, se desprende de lo que dices que el liberalismo termina permitiendo lo que intenta evitar, a saber: guerras, intolerancias, racismo, exclusión, etc. Pues es claro que en las sociedades liberales ser termina excluyendo a todos los que no piensen como ellos, o a los que son minoría (el ejemplo del domingo y los protestantes).

Es notable tu crítica a los secularizantes ingenuos.


En vistas a que mencionas el aggiornamiento católico ¿qué entiendes por éste? Pues, a mi parecer, se han cometido toda clase de excesos en pos del bendito aggiornamiento, como también ha habido sus buenas obras y avances (progreso, si se quiere).

Y termino por citar lo último que dices, que es muy lúcido: “Lo que supone que el modelo de secularización de las cruzadas será determinante en los próximos años o décadas porque la consideración de comunidad cristiana como comunidad humana no está de ninguna forma implícita en la modernidad tecnológica que, yendo de la mano de la ideología liberal busca la universalización por el mercado y las armas. No es sino una nueva ideología que subestima a la religión para una nueva guerra. En ese sentido, la mal llamada posmodernidad, que derrocha en moda y en excentricidades para defender su cultura, puede permitirnos decir, lamentablemente, que hay ‘guerra para rato’.”

Saludos,
Ricardo.

Daniel Salas dijo...

Este artículo supone que las guerras se producen por diferencias culturales. No puedo creer, sinceramente, que una persona culta pueda afirmar tal cosa. En fin, es notorio que si no se tiene información de primera mano, se puede caer en este tipo de razonamientos que no tocan la realidad en absoluto.

Dr. Tonsmann dijo...

Señor Daniel Salas

No tengo el gusto de conocerlo y Ud. tampoco a mí, así que evite las observaciones personales que son de mal gusto y rebajan el nivel.
No se a que se refiere con información de primera mano. Se refiere a leer a Kant o a participar de una guerra. En ambos casos, si Ud. piensa que no hay elementos culturales en las guerras no se de dónde saca esa idea. Debería fudamentarlo antes que sólo postularlo.
Y, por favor, no me discuta a mi solamente, discutale a los grandes teóricos de la guerra desde Sun Tzu, hasta Huntington, pasando por Toynbee, Spengler, Aron y Henry Kissinger (o sera que Henry Kissinger no tiene información de las guerras de primera mano tampoco)
Quizá Ud. tampoco ha leido a Hegel o acaso cree que no hay elementos culturales en su concepción de la guerra ¡o será que ha tenido un mal profesor de Hegel'. Todo es posible. En todo caso, yo no lo afirmo, sólo trato de entender su forma mezquina de comentar.
En lo sucesivo, no me interesa responder esta clase de comentarios, pero este ha sido puesto con tan "mala leche" como dirían los españoles,que mis alumnos me han pedido que le responda aunque sea una vez. Pero, por supuesto que nunca más lo volveré a hacer.
Finalmente, como diría Heidegger, los que tenemos algo que decir, no podemos pasar el tiempo en responder a todas las opiniones que se digan por ahí.

Que Dios le bendiga

Daniel Salas dijo...

Dick:

Claro que te conozco desde el colegio y hasta fuimos vecinos en Barranco, de manera que no es ningún atrevimiento tratarte de tú.

Primero tendrías que dar evidencias de que las guerras se deben a cuestiones culturales. No me importa lo que hayan dicho Toynbee o Spengler. Eso es un recurso a la autoridad.

Segundo, tendrías que explicar en qué se diferencia la entrada del protestantismo como avanzada imperialista de Estados Unidos (que no niego, por supuesto) de la entrada del catolicismo en América como parte de la avanzada imperialista española. Bueno, sí hay una diferencia, porque la segunda fue mucho peor, ya que incluyó conversiones forzadas. No fue simplemente lanzar panfletos o poner parroquias protestantes al costado de las católicas.

En tercer lugar, tendrías que explicar cuál es el privilegio que le corresponde a las religiones monoteístas "históricas". Por qué ellas sí deben ser defendidas por el Estado y por qué otras no. Yo practico el Taki Onqoy. Quisiera saber por qué alguien tendría el derecho de prohibírmelo o por qué alguien tendría el derecho de prohibirme que sea ateo, agnóstico o pagano. El Taki Onqoy se basa en creencias anteriores a los incas, de manera que debe tener al menos mil años de existencia. Pero según el modelo que planteas, no existe, ni debería poseer relevancia. Solamente se debería permitir las que tienen algún tipo de "pedigree". ¿Por qué? ¿O es que he leído mal?

Saludos. No hay mala leche en mis opiniones, al menos no más mala leche que aquella que implica el prohibirme creer en lo que yo quiera creer.

Daniel Salas dijo...

Por información de primera mano, me refiero al conocimiento directo de los documentos sobre la guerra en la historia. Necesito al menos un solo ejemplo en el que podamos inferir que la causa de las guerras es el choque cultural. Yo no los conozco. Por eso digo que este discurso es absolutamente irreal.

Dick dijo...

Estimado Ricardo.
Gracias por tus palabras y por tus observaciones.
Como tu bien sabes, la igualdad de los hombres es un principio de la tradición cristiana entanto creaturas de Dios, y luehgo en tanto hijos de Dios.
rousseau trató de fundamentar esa igualdad partiendo de la Naturaleza biológica del individuo para mostrar la necesidad de volver a una igualdad nediante el mecanismo de la Ley. Sin embargo, es evidente que el ejercicio del Derecho no es absolutamente neutro. por más que se quiera establecer puramente relaciones jurídicas son relaciones entre personas cuyas carácterísticas particulares siempre pueden generar diferencias tanto en la aplicación de la ley misma como en las consecuencias de ella. De ahí que el derecho no pueda nunca reemplazar la religión.
De otrolado, efectivamente, el liberalismo jurídico a nivel internacional en vez de evitar las guerras termina promoviendolas a querer obligar a ese "igualocratismo" (como tu lo has definido) de las culturas.
Finalmente, sobre el aggiornamento de la Iglesia, tan criticado ultimamente. trato de valorarlo en su papel en el diálogo de relighiomnes, y por ende de culturas y naciones. Es cierto que, como dijo alguien por allí, cuando se abre la ventana, entra detodo. Pero creo que es un riesgo que se ha de correr si la iglesia quiere llegar a un público más amplio que la propia feligresía. En todo caso, lo importante es mantener el elemento nuclear del cristianismo y del catolicismo aunque lo periferico varie. AHora bien, qué es exactamente lo nuclear y qué lo periferico es precisamente un trabajo de naturaleza tyeológica que, como comprenderás , en este post no se puede desarrollar

Reiterando mis agradecimientos a tus palabras
Un saludo

Dick

Dick dijo...

Estimado Daniel Salas

Ahora que ya se de quien se trata puedo permitirme hablarte de manera más amable esperando que sea recíproco.
Aunque comienzo por decir, sí, que has leido mal. El concepto de pedigree es tuyo y nada de lo que está aquí escrito significa que el Estado deba prohibirte que practiques la religión del Taki Onqoy, o cualquier otra, a menos que alguna de ellas violen los principios morales que sustentan la ley (no digo que tu religión así lo haga, ello lo digo en general)
Por otro lado, si la mayoría de peruanos son católicos, y si la existencoia del estado mismodel perú de debe al papel histórico de la Iglesia (de una Iglesia, además que tiene constituido un Estado), las consideraciones hacia la iglesia Católica caen por su propio peso.
otro debate es porque racionalmente una religión puede considerarse superior a otra. Los mismos políteísta de la India que razonan sobre su fe, saben (o afirman) que la verdad es una y los diversos dioses no son sino diversas caras de esa misma verdad. así, el Dalai lama y Juan Pablo II pudieron sentarse a rezar juntos el día de San Francisco por la paz en el mundo. Además, antiguedad no hace necesariamente verdad, mi estimado Daniel. De ahí la necesidad del ecumenismo y el dialogo entre religiones.
En segundo lugar, resulta sorprendente que dudes que hay elementos culturales en las guerras, cuando tu mismo pones los elementos para deducirlo de la conquista y la imposición de la religión cristiana occidental en el mundo andino ancestral. (religión también es cultura, estimado daniel).Tu propia actitud da pie para esa clase de interpretaciones.
Por otra parte mencionar a otros autores, según tú es un argumento de autoridad que no puede esgrimirse y me pides un documento (como si los documentos no fuesen escritos por otras personas) dandole así valor de autoridad a los escritos).
La hermeneutica enseña que todo texto debe ser interpretado y en ningún caso se entiende como realidades absolutas. (como por ejemplo los documentos de la Inquisición en el Perú que se inventaron a principios de siglo XX por los Jacobinos de la oligarquía peruana y que ahora ya sabemos que no corresponden con el período histórico al que se refieren)
Finalmente el catolicismo que defiendo no es el de las Cruzadas ni el de la conquista española , es el de Juan pablo II pidiendo perdon por estos y otros hechos (como condenar a Galileo por ejemplo), porque precisamente iban en contra del mensaje de Jesús. (la intolerancia es periferia histórica del cristianismo no núcleo salvífico)

Paz y bien

Daniel Salas dijo...

Estimado Dick:

Hasta el momento, he sostenido que no se puede decir que la divergencia cultural sea el detonante de la guerra. Todas las guerras que conozco y que he podido estudiar se han debido a razones políticas y, sobre todo, económicas. Y la cuestión religiosa ha resultado siendo, invariablemente, el vehículo con el que se ha expresado la superioridad del vencedor o la resistencia del vencido. Precisamente lo que yo hago en mi trabajo diario es herméutica, de manera que entiendo perfectamente la crítica del texto. Y en esta tarea es clave diferenciar lo que se dice de lo que se hace con lo que se dice. He estudiado con bastante detalle (quiero decir, en las fuentes mismas) las rebeliones de los moriscos y de los indios. No he encontrado hasta ahora nada que pueda fundamentar que fueron las diferencias religiosas las que las provocaron. Todo indica que fue el empeño de explotar lo que construyó la idea de que una religión era superior a otra y que, por tanto, había derecho de que una extirpara a la otra. Y lo digo en ambos sentidos: tanto en la versión de los católicos como de los musulmanes y de los indios. Los cristianos querían eliminar la religión de los indios y el Taki Onqoy de Juan Chocne quería eliminar la religión de los invasores amenazando a los que no creían en él con castigos hiperbólicos.

El otro punto es el de la imposibilidad de la sociedad liberal y sus supuestas dramáticas consecuencias para la paz social.

Yo he vivido siete años en Estados Unidos y no he visto, en la comunidad ultra liberal en la que resido (Boulder, Colorado, en donde la gente sale desnuda a correr bicicleta, las parejas gays no tienen problema en besarse en público y los estudiantes se reúnen frente a la biblioteca para fumar marihuana) que exista el germen de ninguna guerra de civilizaciones. Todo lo contrario: aquí existen todas las prácicas imaginables, desde las más tradicionales hasta las más nuevas y alternativas; a todas se las respeta, todas tienen derecho a expresarse y a todas se les concede un lugar en el espacio público para manifestar sus ideas (anécdota: la parroquia católica se llama Saint Martin of Porres y el cura exige que eches el 10% de tu salario como limosna). Y lo que los padres enseñan a sus hijos y lo que la universidad enseña a sus estudiantes es que la convivencia civilizada se fundamenta en el respeto a la diversidad. No se tolera ninguna forma de discriminación. Yo no puedo prohibirle a una estudiante que se vista como hombre ni a un estudiante que se vista como mujer. Y me parece la mejor manera de vivir porque no solamente porque les permite a los otros ser felices de la manera en que les parezca, sino porque te cura de la neurosis y del malhumor que causa la intolerancia.

Ha habido algunos crímenes raciales pero son eso, crímenes que no tienen nada que ver con la política de la ciudad y cada uno ha sido debidamente investigado por la policía y sancionado por las autoridades.

He conocido personalmente y de cerca gente pobre e igualmente millonarios (gracias a uno de ellos, estamos teniendo esta comunicación a distancia). Ya quisiéramos en el Perú que las diferencias sociales se expresaran de la manera en que se expresan aquí, ya quisiéramos en el Perú que la pobreza consistiera en ganar 25 mil dólares al año.

Si no se me prohíbe practicar el Taki Onqoy a menos que se violen ciertas normas morales, ¿de qué manera se diferencia esta postura de la liberal? Aquí viene el giro: en que la religión dominante debe de tener cierto privilegio frente al Estado. Pero es interesante que se afirme tal privilegio para combatir un supuesto "pensamiento único" que sería el pensamiento liberal. Lo que no entiendo es qué tipo de problema se desea resolver con un modelo de ese tipo y qué diferencia crucial habría con una sociedad liberal. Hasta ahora, simplemente leo vaguedades, como las que suele enunciar Eduardo Hernando.

Cuando pido fuentes de primera mano, me refiero a información contrastable, no a la opinión de un autor clásico. No hay ninguna evidencia de que el mercado liberal produzca pobreza. Todos los datos indican que la disminuye y todos los datos indican que el libre intercambio reduce la desigualdad económica y social. Estas ideas no me las invento. Están, por ejemplo, cuidadosamente explicadas aquí:

http://asesinatoenelmargen.blogspot.com/2009/04/l-era-de-milton-friedman-o-como-los.html

Cito un fragmento:

"El artículo es interesante si es que uno lo compara con la monserga de moda que le achaca todos los males del mundo al modelo de libre mercado. Hay gente muy inteligente como Stiglitz que está llevando la critica demasiado lejos, construyendo para ello un modelo del papel al cual atacar; el mismo que sin embargo no existe en la práctica. La izquierda y los críticos de la globalización lo citan mucho, y a él parece divertirle la notariedad ganada con argumentos que están bien para los legos y el público en general, pero que serian fácilmente cuestionadas por gente que está en la academia."

Y sobre la desigualdad que tanto te preocupa, aquí hay otro artículo (es interesante que a la derecha y a la izquierda les obsesione la igualdad económica y social):

http://asesinatoenelmargen.blogspot.com/2009/02/la-obsesion-por-la-desigualdad-falta-de.html

Entonces, mi objeción se resume en que estás partiendo de datos que no puedes contrastar empíricamente. Estás partiendo, como lo explica muy bien Stalisnao Maldonado en este último post, de la ideología, de un "wishful thinking" que nada tiene que ver con lo que ofrece la realidad. Imaginas que la sociedad liberal es irrealizable y luego le atribuyes propiedades de las cuales o bien carece o bien se pueden encontrar en otros modelos políticos. De todas maneras, la violencia política y el choque de civilizaciones se muestra mucho más agudo en el Antiguo Régimen y es bastante osado sostener que en las democracias liberales hay más violencia contra los pobres, más desigualdad y menores oportunidades que en las sociedades iliberales.

¿Dónde están las guerras de religión empredidas en los últimos años por Estados Unidos? ¿De qué manera se puede interpretar el miedo a la inmigración como un "choque de civilizaciones" y no más bien como un temor a ver depredados los salarios y los servicios públicos? Huntington le atribuyó demasiado poder a la cuestión religiosa, dejando de lado que la Iglesia Católica es la denominación con más fieles en Estados Unidos, sin que hasta el momento haya sido una rémora para el capitalismo y dejando de lado, sobre todo, el errado cálculo de que la inmigración depreda la calidad de vida.

Entonces mi pregunta es ¿de dónde se obtiene esa información de que las sociedades liberales profundizan la desigualdad y la violencia? ¿del análisis de qué fuentes se deriva que la guerra es causada por cuestiones culturales?

Saludos.

Dick dijo...

Estimado Daniel:

El nivel de tu comentario es cada vez mejor, cosa que aprecio. Salvo que preferiría que no se mencione a personas que respeto como Eduardo Hernando.
Ahora bien, muchas de las cosas que mencionas merecerían otro post, así que me disculparas que, llegado a este punto me permita sólo decir algunas acotaciones al margen, quedando pendientes quizás ciertos tópicos para otra oportunidad.
Primeramente, hay que diferenciar el diagnóstico de las guerras en general de algunos modelos de las guerras en particular. La guerra de las cruzadas y la guerra entre árabes y palestinos ha tenido y tiene tiene un componente religioso central que no puede ser soslayado. En otros casos el elemento religioso es co-partícipe pero no detonante. Es evidente que la guerra entre Perú y Chile del siglo XIX no fue producido por razones religiosas. Pero que la disputa entre Argentina y Chile en el siglo XX haya quedado al arbitraje del Vaticano y como dos naciones cristianas hayan aceptado el fallo es carácterístico del peso de la religión en los conflictos entre naciones. (De más está decir que el concepto de Tolerancia surge precisamente en el marco del fin de las GUERRAS DE RELIGIÓN)
Precisamente lo que afirmo es que el hecho de dejar de lado el elemento religioso en el mundo de hoy más pluricultural (y el hecho de que las culturas se han constituido alrededor de religiones ancestrales)no permite ver todo el fenomeno bélico en cuestión. La guerra contra los armenios, la guerra turca contra los kurdos no pueden ser reducidas a cuestiones de economía o poder (este es el error marxista o de muchos plitologos). Ahora bien, cuando yo afirmo que son culturales no estoy negando su carácter económico o político. Sino que estos últimos no estan aislados de la cultura. El manejo político es cultural y la percepción de la economía también lo es. Lo más simple que puede ser un pan es un símbolo cultural y no meramente un bien de consumo primario.
Por otro lado, hablando del liberalismo hay que diferenciar el liberalismo económico del político. No son lo mismo y podrían no coexistir como lo demuestra China o el Chile de Pinochet.
Ahora bien, no soy muy amigo de una sociedad liberal cuando esta permite abortos del tercer trimestre (Clinton)o eutanasia (Holanda). Cuando me prohibe ir con una cruz en el pecho a un colegio del Estado (Francia) o cuando prohibiendome manifestarme contra el aborto si puedan los terroristas de Sendero Luminoso poder hacer colectas públicas en el centro de New York. No, estimado amigo, estos liberalismos no quiero para mi país. He estado en todos estos sitios, mi familia ha vivido en el Africa y Norteamérica y no es necesario una encíclica papal para saber que los ricos de una parte del mundo se hacen cada vez más ricos a costa de los pobres del otro mundo se hagan cada vez más pobres. Todo lo demás es ideología justificatoria de lo injusto. De allí la referencia a lo snob en la sociedad posmoderna. No debes olvidar que no es lo mismo el liberalismo al interior de Estados Unidos y el hecho de su defensa del American Way of Life controlando el resto. ¡Con qué autoridad moral¡ La que le permite salir desnudo a la calle no me parece suficiente. Y aquí la actitud ante la inmigración es patente delo que digo.
Precisamente como tú indicas, el Perú no es Estados Unidos. Y como diría Kaplan sobre los africanos: "Querían comer pero sólo les han dado el derecho al voto". Incluso si se piensa que el liberalismo es adecuado, Si no hay transformación cultural no se puede pedir liberalismo a ultranza.
Si John Mayor dice que la guerra del Golfo es el triunfo de la socedad occidental, si George Bush dice que libertad infinita es una cruzada y si todos hablan de que Dios bendiga América en clave de religión civil. Es una guerra religiosa. Sólo que no es entre religiones históricas de salvación sino de un a religión civil secular que se considera superior a las históricas. Así el concepto de guerras religiosas es más amplio de lo que te imaginas.
Finalmente, mi postura es realista, en un sentido claro. No hay objetividad pura. Eso es una ficción epistemológica. Ser realista es aceptar que hay más cosa que cualquier reductivismo economicista o polítologo y si la religión es lo que es (es decir que engloba a toda la persona) y tú debes comprenderlo si eres una persona religiosa no se puede soslayar de ninguna manera.
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Un saludo

Dick

Daniel Salas dijo...

Voy a responder en un par de horas. Pero quiero aclarar que en Estados Unidos no está prohibido manifestarse en contra del aborto. Se hace aquí en la universidad con paneles enormes que muestran fetos destrozados. Ya regreso.

Daniel Salas dijo...

Tampoco es verdad, como se le ha hecho creer a Ricardo Milla, que esté prohibido trabajar los domingos. Al menos no en Estados Unidos. Sé que en España está o estuvo prohibido que los grandes almacenes abrieran los domingos. Pero la finalidad de aquella norma es o era proteger a los pequeños comerciantes.

Ya van dos datos inexactos y tendenciosos. Ahora escribo mi respuesta a la respuesta de Dick.

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimado Dick;

No puedo estar más de acuerdo con esto que has escrito:

"Ahora bien, no soy muy amigo de una sociedad liberal cuando esta permite abortos del tercer trimestre (Clinton)o eutanasia (Holanda). Cuando me prohibe ir con una cruz en el pecho a un colegio del Estado (Francia) o cuando prohibiendome manifestarme contra el aborto si puedan los terroristas de Sendero Luminoso poder hacer colectas públicas en el centro de New York. No, estimado amigo, estos liberalismos no quiero para mi país. He estado en todos estos sitios, mi familia ha vivido en el Africa y Norteamérica y no es necesario una encíclica papal para saber que los ricos de una parte del mundo se hacen cada vez más ricos a costa de los pobres del otro mundo se hagan cada vez más pobres. Todo lo demás es ideología justificatoria de lo injusto"

Los liberales siempre han pretendido distinguir libertad de libertinaje. La idea es que la "libertad" verdadera tiene un criterio de racionalidad y la "falsa" es arbitraria. Esta solución entraña una aporía; de un lado la libertad se entiende como valor fundante de la vida moral; de otro, se la somete a un rasero anterior, como la ley natural o el principio de utilidad. En realidad la "libertad" no contiene un criterio de sí misma y es, por lo tanto, lo mismo que el libertinaje. Eso explica todo, mi querido Dick. No contra uno u otro liberalismo, sino ¡contra el liberalismo!

VSR

Daniel Salas dijo...

Voy a resumir, a la luz de los comentarios, en dónde veo la debilidad de tus argumentos.

1. Las guerras y la cuestión religiosa. Tus observaciones carecen de fundamento de dos maneras:
a) Bush no metió la diferencia religiosa en las guerras que ha convocado. Bush, en todo caso, se refirió a la lucha de la libertad contra los enemigos de la libertad y que en esa lucha Dios estaba del lado de Estados Unidos. El discurso oficial de la guerra de Iraq nunca se fundamentó en la lucha contra los infieles sino en la supuesta posesión por parte de Hussein de armas de destrucción masiva. Ni Bush ni Powell ni Rice mencionaron presentaron su caso como una cuestión religiosa. En el caso de Afganistán, la justificación se hallaba en los vínculos entre los talibanes y los ataques del 11 de setiembre del 2001. La idea de que se trata de una lucha entre cristianos contra infieles fue propuesta por sectores de la extrema derecha republicana. Pero los republicanos históricos como Ron Paul se opusieron a la guerra y denunciaron desde el principio que la teoría de las armas de destrucción masiva fue parte de una conspiración para justificar lo injustificable.
b) La justificación basada en la superioridad cultural, moral o religiosa es usual en los conflictos bélicos. Pero ello se debe a que nadie suele reconocer los verdaderos motivos por los que invade un país o somete a un grupo. Bush no podía salir a decir que el verdadero interés de la guerra estaba en los posibles negocios que se podían realizar en Iraq una vez lograda la invasión. Los líderes que invocan a este tipo de guerras tienen que inventarse, por cierto, una justificación moralmente más aceptable. La evidencia de que a Bush no le interesaba expandir los valores de Occidente se muestra en el hecho de que no estuviera interesado en invadir otros países, un hecho que sus contendores señalaron en su momento. Se me acusa de “reduccionista”. Bueno, respondo que no es mi culpa que la realidad sea tan reducida. Es lo que yo veo en los datos y si tú ves otra cosa, tendrías que demostrarlo detalladamente.
2. Señalo esta afirmación: “y no es necesario una encíclica papal para saber que los ricos de una parte del mundo se hacen cada vez más ricos a costa de los pobres del otro mundo se hagan cada vez más pobres.” En efecto, no es necesaria una encíclica papal, pero sí una investigación que confiera soporte empírico a tal conjetura. Repito que tal demostración no existe. No es verdad que, en las sociedades liberales, la riqueza de unos se deba a la pobreza de otros. Quien afirme algo tan categórico tiene que ofrecer las pruebas que lo demuestren. Yo podría sostener “y no es necesario leer un documento protestante para saber que la Inquisición mató a miles de judíos y protestantes”. Claro que no sería necesario porque lo que yo debería tener para sostener tal burrada es una información histórica que, por cierto, no existe. De la misma manera en que la leyenda negra sobre la Iglesia es un mito, la leyenda negra sobre la economía global es otro mito divulgado por la izquierda y por la extrema derecha pero que no tiene sostén en el trabajo académico, como lo han señalado varias veces economistas como Silvio Rendón o Stanislao Maldonado.
3. Mi exigencia de evidencia empírica se debe a que no encuentro aceptable afirmaciones que se sostengan en la irrealidad. Tú dices que es teóricamente imposible que la sociedad liberal traiga paz y elimine las disputas étnicas. No basta que sea teóricamente imposible: como lo reconoce cualquier investigador, hay que ir al terreno para ver si la afirmación se confirma en los hechos. Y hasta ahora no has podido dar evidencia de que sea así. Si la teoría contradice a la evidencia, es la teoría la que está equivocada. Si alguien sostiene que una vacuna no puede, teóricamente, evitar la difusión de tal enfermedad pero ocurre que allí donde esa vacuna se utiliza, la enfermedad no se contagia, es la teoría la que consideramos como errada. Desafortunadamente, no analizas un solo caso en el que tu teoría pueda ser confirmada.
4. Por supuesto, allí reside mi principal problema con los metapolíticos, especialmente con Eduardo Hernando en cuyo libro “Pensando peligrosamente” no hay ni un solo dato que confirme el fracaso de las sociedades liberales, como tampoco hay ningún solo dato que confirme sus ideas sobre la sociedad medieval, época a la que admira tanto a pesar de lo cual yo, aunque fragmentariamente, conozco con mucha mayor precisión que él, no porque la vi en una película o porque la aprendí de un filósofo reaccionario sino porque la estudié en sus fuentes primarias. Y, por cierto, como repito sin que ello pueda considerarse una ofensa, Hernando suele evitar ofrecer una alternativa, enunciar con precisión qué tipo de sociedad preferiría y cómo debería ser en la práctica. Mi sospecha es que, simplemente, sí lo tiene claro, pero no se atreve a decirlo.
5. Finalmente, creo que no has respondido una de mis preguntas que, de todas maneras, repito: ¿en qué se diferencia exactamente tu modelo del modelo liberal? ¿Qué quitarías y qué pondrías? ¿de qué manera manejarías el disenso y la diferencia, no solamente religiosa, sino de orientaciones sexuales? ¿Cuál sería el papel que, en tu criterio, debería recuperar la Iglesia? Y si la Iglesia debe tener algún tipo de privilegio o preeminencia, ¿cómo así una sociedad como la que imaginas resultaría siendo más tolerante y ofreciendo más libertad que una sociedad liberal?

Daniel Salas dijo...

Aclaración sobre la cruz: En las escuelas públicas de Francia están, en efecto, prohibidos los símbolos religiosos, cristianos, musulmanes, judíos lo que sea. No están prohibidos únicamente los símbolos cristianos. La finalidad de la norma no es prohibir la religión sino ponerla fuera de la escuela pública, considerada un ámbito secular. No ocurre así en Estados Unidos que me sigue pareciendo un mejor modelo, aunque imperfecto, de sociedad liberal. Hay que aclarar que estas normas tienen efectos en las escuelas públicas, es decir, las financiadas con los impuestos de los ciudadanos.

eduardo hernando nieto dijo...

para Daniel Salas: Las sociedades liberales fracasan simplemente porque son indiferentes respecto al problema del bien y del mal, asi de sencillo! y no se necesita ninguna data para corrobar tal afirmacion
saludos

PD: Buen texto dick

Ricardo Milla dijo...

Estimado Dr. Dick:

Gracias por tus respuestas.

Ciertamente, la idea de igualdad es cristiana, y es igualdad ante Dios, en tanto creaturas, si bien luego, en el devenir de nuestra existencia, nos hacemos mejores o peores, y bien lo señalaba el Filósofo y su comentador latino.

El problema es creer que todos somos iguales ante la ley, cuando en verdad no es así, pero por defecto. Esto es, el derecho no puede abarcarlo todo, eso en contra de Manent que cree que sí, que ese día liberal llegará. Como bien dices: el derecho no pueda nunca reemplazar la religión.

Creo que la Iglesia debe buscar nuevos horizontes. El problema es que en pos del aggiornamiento mucho de la tradición cristiana clásica se ha dejado de lado, exlcuyendo y marginando a aquellos que sí la valoramos. De esa forma, por culpa de los “aggiornamentistas”, es que no podemos llevar a praxis el Motu Proprio de Ratzinger para con la Misa Tradicional. Es una lástima, pues ello no permite que parte del Pueblo de Dios desarrolle a libertad su fe y su práctica religiosa.

Ahora bien, con respecto a sus discusiones con Salas, creo que éste no ha entendido lo que has estado hablado.
1. Las respuestas a sus preguntas ya están.
a. Las diferencias son claras.
b. Se quitaría mucho. Ya está.
c. Se manejaría con el respeto, aunque no sea suficiente. Pero está respuesta.
d. e. No basta con calatos en las calles, la libertad está entendida en otros parámetros.

En este sentido, tú y Salas están en distintos juegos de lenguaje, llegando a un límite que resulta ser que sus posturas son inconmensurables. Creo que es esfuerzo en vano tratar de convencerlo y él a ti.

Ahora, Salas siempre exige estadísticas, porcentajes, datos, pero… ¡qué datos nos da él a favor de su postura! Pues, ninguno. La realidad es sencilla, y se ve claramente en nuestro país: El crecimiento económico es para los más ricos que se hace cada vez más ricos, y los pobres o son más pobres o siguen siendo más pobres. Yo estoy de acuerdo con que el dinero es un bien que ayuda a la humanización, en eso sigo a Aristóteles, sin dinero no hay posibilidad de comer ni de vestir, casi nada, sin eso difícil ser virtuoso, aunque eso ya es miseria, no tanto pobreza. En ese sentido, un pobre puede ser plenamente feliz, si es que en su estructura psicológica entiende que no necesita un Audi A4 para ser feliz, pues su felicidad está, por ejemplo, en la sonrisa de su hijo. La verdad de todo esto es que el velo ideológico de los capitales no les permite ver la terrible realidad de su cultura.

Seguimos. La política, la economía y la religión es parte de la cultura. Stulturus est creer que van separados. Si seguimos esto, es cierto lo que afirmas, a saber: Que las guerras son fruto cultural. Por más que sean llevadas a cabo por motivos religiosos, territoriales, económico, etc., es por cultura a fin de cuentas. Pues todo esto que he mencionado son caracteres visibles de la cultura. Cómo, entonces, el Sr. Salas viene a decir lo contrario. Nada más contradictorio.

Bueno, Daniel pide pruebas. Que nos la dé él de lo que afirma. Un filósofo ve la realidad, y sólo él, como diría el Estagirita, es el que dice lo que es verdadero y lo que es falso. No somos politólogos reductivistas que ven todo en estadísticas, en la que cada individuo es eso: un individuo, no una persona, no alguien con corazón en una comunidad, no, un dato más en un gráfico de Excel. El liberalismo, digámoslo de una vez, no se preocupa por la ética. Es así. Y siendo ellos liberales, no tendrían por qué negar tal afirmación porque es intrínseca a su ser histórico libertino.

Una sociedad que me reprime en no poder expresar mi religión en pos del secularismo, que es anti-religioso per se, es una forma de tortura, de exclusión, etc. Eso es, señores, el liberalismo. El recorte de las libertades en pos de concesionar más y más libertades. Eso se ve bien en Vivanda cuando compro mis makis california, pero no en la sociedad. El liberalismo es la cultura anti-cultural, es lo vectorialmente opuesto a la cultura del amor, ellos son los profetas de la cultura de muerte.

Ante este horizonte, sólo queda o reestructurar el liberalismo reconciliándolo con su pasado inmediato, la pre-modernidad, o eliminarlo, como Dios cuando hizo su paso por Egipto. Si es así como van las cosas, lo segundo está más cerca de lo primero. Y llegará el día, para seguir a los ageógrafos, en que la tierra la heredarán los pobres, porque de ellos es el Reino.

El resto es trigo de otro costal. Y ojo que no trato de persuadir a Salas, sino a todo aquel que leyendo lo que escribo pueda encontrar luces de la verdad, que ciertamente como aprendiz de filósofo, busco apasionadamente.

Saludos,
Ricardo.

PS. No contra uno u otro liberalismo, sino ¡contra el liberalismo!, VSR dixit. Y fue más lejos que nosotros. Ja, ja, ja.

Ricardo Milla dijo...

Algo último:
Totalmente de acuerdo con Hernando. El problema con los liberales es que se escudan tras sus estadísticas, lo malo es que ante las verdaderas estadísticas salen perdiendo. La data es todo para ellos; es gloria y su destrucción.

Anónimo dijo...

Este debate está que arde!

Daniel Salas dijo...

Hernando confirma que los datos no importan. A mí se me acaba de ocurrir que El Vaticano está manejado por extraterrestres, en colusión con una mafia tibetana y su fuente de dinero es el narcotráfico. No necesito datos para corroborarlo.

Daniel Salas dijo...

Disculpen mi ignorancia, ¿quiénes son los "ageógrafos"? ¿Los que viven fuera de la tierra? De verdad, desconozco esta palabra.

Nureddin dijo...

Bismillahi Rahmani Rahim

Estimado Dick

Muy interesante tu artículo. Hago sólo unas apreciaciones en aquello en que discrepo o simplemente no llego a concordar:

1.- No entiendo la mención que haces más de una vez a homogeneización, como si la falta de la misma fuera la raíz de un mal. Supongo que hablas de equidad, pues homogéneos no somos los seres humanos, sino profundamente diferentes, por lo que el igualitarismo que informa al modelo democrático-liberal es un atentado contra el ser de cada ser humano, una importura que por ende genera fracturas necesariamente inherentes a su modelo.

Equidad puede ser algo bien distinto, y lo ha sido.

2.- Mencionas asimismo: "La guerra sólo es lícita si es una lucha por el reconocimiento que, a posteriori, debe resultar en una madurez moral del pueblo que combate, madurez consistente en el ejercicio personal e institucional de la misericordia."

La guerra no tiene necesariamente que ser lucha por el reconocimiento para ser justa. ¿Por qué esa restricción? Puede ser, de modo mucho más simple: lucha contra la tiranía, lucha contra el mal en la tierra, una ascesis que catapulta al ser a un plano de la trascendencia en un aquí y ahora.

Tu mención a renglón seguido de una 'cultura de la guerra' por ende es muy ambigua.

Doy por sentado en lo que indico a continuación la condena al guerrerismo del ser humano que expresa allí, cuando es el caso, estar preso de sus pasiones, y por ende la condena a la crueldad y la injusticia del ego que demanda satisfacción política, económica, etc. La condena a las guerras capitalistas, a las guerras donde el partícipe es mero soldado y no héroe partícipe de una trascendencia envolvente.

Dando por sentado todo ello (espero que esto que he dicho se lea con mucha claridad para que no se me malinterprete), hay con todo toda una metafísica de la guerra en muchas civilizaciones que no será compatible con el cristianismo pero no por ello no es compatible con el principio de misericordia, sino que al contrario es una de sus herramientas, entre muchas otras, en esta tierra.

Como indiqué en otro blog: "la cosmovisión del kshatriya hindú, el ethos espartano inserto como un elemento del legado helenista, el Islam y su concepción tradicional [la tradicional, ojo, no la deformada] de la Jihad, la concepción confuciana de la guerra como elemento de establecimiento de la armonía frente a la desarmonía bajo la égida rectora del 'Hijo -y puente- del Cielo y de la Tierra', esto es, el emperador, etc."

Enlazando con esto, paso a lo siguiente:

3.- Mencionas también "En una situación así, los Estados no podrán evitar el conflicto", pero más allá de que en efecto el liberalismo demócrata o, más generalmente, el espíritu moderno, es generador de luchas, lo cual mencionas con mucho acierto, el conflicto en tanto que tal no puede ser evitado y, diré más aún, hay conflictos que deben ocurrir, y no por reconocimiento sino por la odiosidad de la injusticia y la corrupción en la tierra, y con respecto a los cuales el evitarlos es sembrar un mal en el horizonte -y una amputación de las posibilidades espirituales de la conducta impecable y ejemplar en el presente mismo, una renuncia a nuestra altura espiritual-.

De allí el valor de una adecuada metafísica de la guerra en una comprensión de la totalidad del ser humano (una totalidad que empieza a y termina en el horizonte de los sacro, permítaseme decir), como uno de los aspectos de la misericordia y la paz espiritualmente dignas, pues de lo contrario el rechazo al hecho humano inevitable del conflicto pecará del mismo pecado que el liberalismo: chocarse contra los seres humanos, por una visión parcial y/o ideal y/o forzada del mismo, en vez de tomar a los hombres desde sus realidades profundas y plenas y establecer una vía de elevación integral.

Late en el fondo la comprensión justa y la huella histórica del 'dar la otra mejilla':

- o una nueva Ley (que no es ley, norma, sino un valor), o

- un supraprincipio-valor informador de una Ley.

La frase: o es entendida separadamente de su contexto judaico, como viene con el cristianismo, y por dejando de lado la Ley Sagrada -judaica, en aquel caso-, con lo cual el problema de la guerra, o el problema de la ley, en general, difícilmente puede armonizarse del todo después con un valor que se ha tomado en sí mismo como un derogador-de-la-Ley.

O se la entiende dentro de ese otro contexto (diríase, del Jesús histórico, pero aquí ya nos salimos de la reflexión política para llegar a una de orden religioso, en la que no caben más que señales indicadoras para una labor que excede con mucho el razonamiento y penetra en la historia de cada espíritu).

Slds.,


Nureddin

Dick dijo...

Estimado Nureddin:

Gracias por tus comentarios que muestran quizás las limitaciones del post.
Muchas de las ideas que tu aquí presentas yo las comparto plenamente. en particular a la necesidad de que algunas guerras deban ocurrir para acabar con la tiranía.
Según el pensador español Unamuno, esto está inscrito en las enseñanas del mismo Jesús cuando dice:“He venido a traer un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido! o cuando señala que ha venido a la tierra a traer espada.
Lo cual puede ser entendido en la lucha contra la injusticia por el principio de la misericordia.
Ahora bien, yo estoy convencido de que la guerra es un fenómeno cultural, y, en todo caso, eso implica en algunas sociedades un refinamiento que pasa por la exaltación de la guerra misma, no como un medio necesario.
Por otra parte, también tienes razón en que el concepto de homogeneidad puede dar a equivocos. Como intenté indicar en una respuesta a Ricardo la equidad del hombre en tanto trascendencia hacia una divinidad supone identidad diferenciada que una religión civil es incapaz de comprender.
Disculpandome por no quedar claro en este post, aviso que algunas de estas ideas están desarrolladas de manera mpás clara en mi próxima publicación "Guerra y Paz", que, lamentablemente todavía no sale del Editor.

Bendiciones

Víctor Samuel Rivera dijo...

Para Daniel salas;

El que las sociedades liberales han fracasado se muestra por un rastreo sociológico de diagnóstico de crisis efectiva.

1. El progreso de la violencia civil y la inseguridad privada en las "democracias". Ejemplo: Niños que asesinan a sus compañeritos de primaria, algo impensable en 1950, por ejemplo.

2. La solidaridad entre la violencia militar global y las "democracias" (Irak, Reino de Afganistán, Yugoslavia), en todos los casos, violaciones del orden político mundial establecido por ellas mismas.

3. Crisis del sistema liberal económico, que cuesta a Estados Unidos una media de 500,000 desempleados al mes.

4. Colapso planetario por descontrol de la tecnología. ¿Necesito probarlo? Debes saber que hasta la Alemania Nazi te´nía políticas de protección del medioambiente.

Un abrazo

VSR

Daniel Salas dijo...

Para VS Rivera: ¿Eso significa que los datos sí tienen algún valor? Porque ya van dos veces que E. Hernando dice que no son necesarios. Pues si es así, respondo en unas horas. Mientras tanto, sigo intrigado por la palagra "ageógrafo", que suena a algo que carece de geografía. Da como para un cuento borgiano.

Saludos.

Anónimo dijo...

El texto se enmarca en el ala de extrema derecha USA, que no discute (e incluso se beneficia con) las guerras culturales. No está lejos de Dick Cheney y Ramfield. No escapa al belicismo a lo Kissinger y Cheney.

Anónimo dijo...

Otro anónimo que no sabe leer

Daniel Salas dijo...

Dice Dick Tonsman: " yo estoy convencido de que la guerra es un fenómeno cultural"

Respondo: que no basta estar convencido, que hay que demostrarlo.

En un sentido, la frase es trivial: todo lo que hacemos los seres humanos y posee sentido es un acto cultural. En esa interpretación de la frase, no puedo estar en desacuerdo.

Pero en otro sentido, es falsa e imposible de ser demostrada a partir de los datos históricos. Si lo que Dick ha querido decir es que el motivo principal de las guerras son las DIFERENCIAS culturales, es decir, por ejemplo, el "choque de civilizaciones", esta es una afirmación no solamente falsa sino sumamente peligrosa.

Paso a explicar: Supongamos que vemos a dos "faites" peléandose en la calle con chavetas. Dick Tonsman diría: es un choque de chavetas. Yo diría: lo más probable es que estén disputándose una cuota de poder, la propiedad de un objeto o los favores sexuales de una mujer.

El hecho de que dos personas usen cuchillos para pelearse entre sí no significa que los cuchillos sean la razón de la pelea. De la misma manera, quien recurre a justificaciones civilizatorias o religiosas para la guerra no está peleando por la civilización o por la religión.

Por cierto que la gente defiende sus creencias (pero esto no es necesariamente siempre el caso) en tanto que las creencias constituyen las valoraciones que dan sentido a la vida y nos permiten reconocer lo bueno y lo malo. No es muy fácil cambiar de creencias cuando a) ellas siguen siendo funcionales y b) cuando el sujeto es dogmático y tiene poca experiencia con las ideas ajenas. Hay gente capaz de morir por sus ideas. Por ejemplo, en Irán, había muchachos de quince años, niños, en realidad, capaces de lanzarse contra un tanque iraquí. El Ayatola Khomeini, hombre de una crueldad incalculable (sólo falta que alguien lo llame liberal), incentivaba estos sacrificios. Las sociedades tradicionales promueven estos gestos, es verdad.

Pero que la causa de la guerra sean las diferencias culturales, el choque de visiones distintas del mundo, es, definitivamente, una proposición equivocada. Sin las motivaciones materiales concretas, sin una disputa visible sobre la riqueza o el poder, nunca ocurren. Yo he revisado varios casos y no encuentro ninguno. Todas las insurgencias y resurgencias religiosas, milenaristas, civilizatorias, cristianizantes tienen como fondo una explicación económica bastante visible. Tonsman, simplemente, no puede demostrar lo que dice. Ojalá el quiera debatir seriamente sobre lo que sostengo. En todo caso, es verdad lo que sostiene el anónimo:el discurso de Tonsman se asemeja al de la derecha norteamericana.

En unas horas continúo respondiendo a las observaciones de VS Rivera.

Anónimo dijo...

Creo decodificar bien la intención de mi condiscípulo, Ricardo, quien, seguramente en un desliz dactilar, escribió ageografo queriendo escribir hagiógrafo (etimológicamente: escritor sagrado, escritor de mensajes sagrados)

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Con respecto a la petición, de los reverberantes, oraculares e infalibles "DATOS", de Daniel Salas, aquí le dejo, con el permiso del blogger, solo una perla de la perversión neoliberal totalitaria que representó el stablishment de Bush: la manipulación descarada de objetivas conclusiones científicas, así como la persecución de los investigadores comprometidos en ellas.

http://ciencia.nasa.gov/headlines/y2000/newdemo.htm
Este boletín refleja el resultado de décadas de investigaciones del Goddard Institute for Space Physics (organismo de la NASA), dirigido por James E. Hansen, hemos elegido la nota en inglés a pesar de existir la versión “oficial” en español, pues ésta direcciona interesadamente a la primera, lo que no es de sorprender, ya que el 29 de Enero del 2006, James E. Hansen denunció, a través del New York times, la agudización de una política de censura y control, por parte de la administración Bush, de la publicación de los resultados de las investigaciones que él y su equipo realizan sobre las implicancias de la emisión de gases industriales en el calentamiento global.

http://www.nytimes.com/2006/01/31/science/31climate.html?_r=1&oref=slogin

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimado Daniel;

1. Conozco la frase de Eduardo, pero ignoro su contexto, por lo que no me es posible asumirla. Creo que quiere decir que los valores (o las consecuencias morales) no se miden en términos de hechos. Posiblemente, si he entendido bien, creo que la afirmación de Eduardo es discutible.

2. Algunas veces se solicita pruebas de hechos obvios, que son verdades manifiestas. Por ejemplo, que el liberalismo y la práctica social liberales genera problemas. Tal vez habría que ver la magnitud de esos problemas. Creo que va por ahí nuestra discrepancia. Tú vez los problemas como poco relevantes y nosotros como manifiestamente muy graves.

3. Los hechos no son pruebas en sí mismos y a veces los hechos no prueban nada; a veces no son necesarios y a veces lo son todo. Un cierto sentido de la relatividad no nos haría mal a todos.

VSR

Héctor Chocano dijo...

Al señor Salas:

La prueba de Anónimo sobre los controles de información de Bush es lapidaria y habría que hacerle frente

Daniel Salas dijo...

Ya tengo tiempo de comentar. Veamos parte por parte las pruebas que ofrece VS Rivera.

VSR dice: "1. El progreso de la violencia civil y la inseguridad privada en las "democracias". Ejemplo: Niños que asesinan a sus compañeritos de primaria, algo impensable en 1950, por ejemplo."

Para decir que hay un progreso de la delincuencia, VSR tendría que comparar cifras desde 1950 (la fecha que escoge como comparación) y 2009. ¿Ha crecido la delincuencia? ¿Y qué tipo de delincuencia ha crecido?

Pero, además, tendría que comparar la calidad de vida de 1950 con la actual. Para que calculemos el progreso de Estados Unidos en materia económica no más, tenemos que saber que el ingreso per cápita de Chile alcanza la de Estados Unidos en 1950. Chile está en el buen camino y aun así sabemos que la economía de Estados Unidos sigue siendo superior. Acaso lo que VSR nos está diciendo es que Chile debe dejar el camino de la libertad económica y la democracia y debería seguir un camino "metapolítico", no vaya a ser que alcance el nivel económico de Estados Unidos algun día (horror de horrores...).

Pero además debería explicarse los importantes cambios sociales que ha habido desde 1950 a la fecha y que han llevado a que Estados Unidos tenga un presidente negro y un parlamentario musulmán (a quien se le permitió jurar ante el Corán). Los logros en materia social como la lucha contra el racismo y el machismo son notorios aunque no están, por cierto, completos. Falta hacer mucho todavía. Pero VSR tendría que explicarnos de qué manera un régimen "metapolítico" (que, tal como lo ha definido Hernando, significaría un regreso al estamentalismo, es decir, a que cada persona y sus descendientes se adscriban a un lugar fijo en la sociedad) ayudaría a avanzar en esas reivindicaciones sociales.

Finalmente, los dos muchachos de Columbine no tenían sentimientos liberales en absoluto. Al contrario, sufrían de un gran resentimiento social y racial. Digamos que simpatizaban con los uniformes y los líderes carismáticos que usaban bigotes chaplinescos.

¿Cuantos más casos han ocurrido? Uno en Virginia Tech y otro en Omaha. ¿De allí derivamos que hay una plaga de delincuencia?

¿Va a decir ahora VSR que se podría evitar tales crímenes separando a cada "grupo cultural"? Es decir, ¿volviendo a la situación anterior a los derechos civiles por los que luchó Martin Luther King?

VSR afirma "2. La solidaridad entre la violencia militar global y las "democracias" (Irak, Reino de Afganistán, Yugoslavia), en todos los casos, violaciones del orden político mundial establecido por ellas mismas."

No en todos los casos. La invasión de Afganistán (al cual, observen, VSR llama "reino") se debió a la notoria implicación de los talibanes en los atentados del 11 de setiembre y contó con el respaldo del consejo de seguridad. No nos va a decir VSR que los talibanes conformaban un reino justo, inspirado en Dios. Estamos hablando de un país en el que se apredeaba mujeres y en el que estaban eliminadas las libertades básicas de las que nosotros disfrutamos y por las cuales estamos conversando.

En cambio, muy objetada fue la guerra de Irak, aventura que muchos consideramos innecesaria, a pesar del horrendo régimen de Hussein. En el caso de Yugoslavia, durante el gobierno de Clinton, recuérdense los llamados de Juan Gosytisolo a la intervención externa precisamente para defender a una minoría islámica en peligro.
VSR tendría que probar que en los regímenes metapolíticos que él y Hernando admiran había menos guerras, menos masacres y más paz. Históricamente, esto es insostenible.

Los que estamos por la democracia y por los derechos humanos creemos que las guerras solo están justificadas en casos extremos y como medio de defensa y que el poder político debe estar sometido al escrutinio de la población. ¿Ocurriría esto en un régimen metapolítico? ¿Se podría criticar, caricaturizar y hacer mofa de la autoridad? ¿Habría maneras de evitar las guerras innecesarias y de resistirse ante la violación de nuestros derechos? Vaya, ahora que lo recuerdo, los metapolíticos ni siquiera creen en los derechos humanos, mucho menos dejarían que fueses criticados o que su autoridad fuese cuestionada. Por otra parte, no es casualidad que en el gobierno de Bush haya tenido el respaldo de algunos discípulos de Leo Strauss.

VSR afirma "3. Crisis del sistema liberal económico, que cuesta a Estados Unidos una media de 500,000desempleados al mes."

Interesante. La población de Estados Unidos es de 306 millones de habitantes. Si se pierden, como dice VSR, 500,000 empleos al mes, eso significa que en 612 meses, es decir, en 51 años, nadie pero nadie (ni el sucesor de Bill Gates) va a tener un empleo en Estados Unidos. Eso sin contar con que la población todavía podría crecer. Supongo que si VSR no cree en el sistema de libre mercado, tendrá alguna alternativa que nos pueda ofrecer. Parece desconocer que ya hubo una gran depresión que no significó en absoluto la caída del sistema capitalista.

VSR afirma "4. Colapso planetario por descontrol de la tecnología. ¿Necesito probarlo? Debes saber que hasta la Alemania Nazi tenía políticas de protección del medioambiente."

Sí, hay que demostrarlo. Por ejemplo, habría que explicar de qué manera la energía solar o la energía nuclear, los sistemas de reciclaje, el desarrollo de nuevos motores que no requieren petróleo ni producen emisiones de gases van a producir un colapso definitivo en el planeta. ¿Hay un problema ambiental serio causado por obra humana? Yo no estoy seguro pero sí estaré atento a lo que digan los científicos, no los filósofos a quienes los datos no les importan. Claramente, cualquier solución para por el desarrollo de la ciencia y la tecnología, no por su anulación.

Y, por supuesto, para responder al último anónimo: en efecto, la intervención del Estado y de otros agentes ajenos como la Iglesia en la ciencia puede ser letal. En efecto, la ciencia y la tecnología deben seguir su propio camino y los políticos no deberían meter las manos en ella, mucho menos los agentes religiosos o los que se consideran iluminados capaces de decirnos lo que debemos o no debemos hacer. Como habrá notado, estas denuncias aparecen en un periódico (el NYT). Pues bien: eso es lo que logra la libertad de expresión, un derecho fundamental del ciudadano en el que, justamente, los metapolíticos no creen. La libertad de expresión produce mucha basura, es verdad, pero ese es un buen costo a pagar por ejemplos de excelente periodismo como el que hace el NYT o el New Yorker. ¿Ha querido acaso decir el anónimo que sería mejor vivir en un país no democrático y en el cual los ciudadanos no puedan fiscalizar de qué manera usan el poder los gobernantes?

Daniel Salas dijo...

Héctor Chocano:

Ya lo he explicado: Control de información, anulación de los derechos humanos, un régimen sin ciudadanía plena es lo que piden los metapolíticos. Hay muchas denuncias más interesantes sobre el gobierno de Bush. Que se investiguen todas y, ocmo ha pedido mi apreciado Ron Paul, que se realice incluso una auditoría de la Reserva Federal. Es así como debe funcionar un gobierno democrático: con poderes controlados.

Daniel Salas dijo...

Quise decir
"Claramente, cualquier solución PASA por el desarrollo de la ciencia y la tecnología, no por su anulación".

Ricardo Milla dijo...

Anónimo coléga 30 de abril de 2009 17:23:

Sería bueno que firmes con un seudónimo o con tu nombre para que sea fácil distinguirte de los malvados "anónimos" anónimos.

Ciertamente, la palabra es como dices. Es que un cura dijo que también se podía decir así, pero por dejades mía no lo busque en la DRAE y es como dices. Gracias por la aclaración.

Saludos,
Ricardo.

Ricardo Milla dijo...

"Los que estamos por la democracia y por los derechos humanos creemos que las guerras solo están justificadas en casos extremos y como medio de defensa y que el poder político debe estar sometido al escrutinio de la población."

Jajaja...

Sí, los mismos demócratas que tiene la costumbre de hacer guerras "preventivas". Bueno, es que son tan puros y libres que pueden predecir el futuro. Una muestra del estado fallido que es el estado liberal. La extrema derecha ha actuado.

Saludos,
Ricardo.

Daniel Salas dijo...

Ya he dejado clara mi opinión sobre las guerras "preventivas" de Bush que habrían tenido sentido si hubieran estado fundamentadas en datos verdaderos. El gobierno de Bush fue lamentable justamente por su desapego a la constitución y al sentido de la democracia.

Nureddin dijo...

Bismillah

Claro Daniel, la bondad de tu liberalismo no es el del liberalismo de hecho bushiano, ni el de tu capitalismo es el capitalismo de hecho depredador y salvaje. Es decir ... tu liberalismo es contrafáctico y tu capitalismo es contrafáctico. Entonces tu pragmatismo es contrafáctico. ¿Pero pides hecho, no? Je.

Copio de manera modificada un comentario que hice en un blog de uno de los coaligados, Ricardo Milla, pues esta discusión ya es vieja y aburrida:

"Para que no se diga después que no hay apertura ni conocimiento de las posiciones contrarias, argumentos como los de Daniel se ven más o menos reflejados en este tratamiento de las estadísticas (y la vlaoración de los hechos consecuentes):

(copias y pegar los links)

http://www.liberalismo.org/
articulo/351/83/
globalizacion/pobres/

Superliberalismo como Mesías del mundo, con datos y cifras a la mano.

Para examinar lo 'poco matemática' que es la discusión de nuestro tema, con datos y números a la mano, puede revisarse:

'El sentido de la lucha contra la pobreza para el neoliberalismo'

http://www.socialwatch.org/es/
informeImpreso/
pdfs/
capitulotresc2007_espana.pdf

...

Así que, en primer lugar, la 'estadística' no habla, contrariamente a lo que se señala. Habla el intérprete desde una visión del mundo y una valoración de las relaciones, que aprecia -bajo criterios suyos- hechos en el mundo.

Decir que, de conformidad con las cifras de LA pobreza según el BM, el mundo pre-capitalista (y muy religioso, de paso, claro) era absurdamente pobre y por ende desgraciado y mísero, es leer con los ojos de hoy (ojos que ven el mundo como si de entes compuestos de dólares se tratara) el mundo no capitalista.

Y esto no es ni reescribir historia, ni edenizar el pasado, ni olvidar problemas, ni ser romántico.

Es simplemente una observación hermenéutica, si se quiere, una observación referida a la atribución de bienes y desgracias según un modo de ver las cosas del liberal de hoy al mundo no liberal (y muy religioso, de paso).

Claro, no hay estadística posible -pues es absolutamente claro que el tema escapa enteramente a las posibilidades de la mentalidad estadístico-numérica- sobre la paz diaria de un ser humano, o la felicidad, o la alegría en el acto de existir.

Pero cuando se vive prioritariamente una religión (prioritariamente, digo, no la religion soft y nice, la del buen banquero y la del buen pagador de impuestos, la de casa para adentro, la de mi corazón hacia adentro no más, es decir la religión en estado de muerte, que es lo único que permite el sistema político liberal) ... cabe apreciar nítidamente asuntos que de otro modo el cierre del espíritu (una enfermedad de miopía espiritual en definitiva) al sólo número impide apreciar."

Nureddin

Nureddin dijo...

Bismillah

En cuanto a la pluralidad bienhechora de que nos habla Daniel, en EEUU un parlamentario juró sobre el Corán, ja, ja.

Seguro me voy a emocionar ahora como musulmán que soy. Pues no.

El Corán consagra justamente un sistema opuesto a la democracia. Jurar sobre el Corán, je, menuda fanfarria 'plural', para que andemos masacrando la religión (ergo, pasando con aplanadora encima de sus personas) 'con buena conciencia'.

La incompatibilidad entre Islam y democracia es clara para cualquier musulmán 'no aculturado' por el establishment liberal.

Tres posts para el interesado en esto último, aquí:

http://peru-islam.blogspot.com/search/
label/Democracia

Slds.,


Nureddin

Anónimo dijo...

Si vais a pasar por exponentes de la cultura clásica políticamente incorrecta, revisad primero la ortografía. Dice hace meses "Espacio de discución en filosofía política". Es "discusión". Los clásicos se van a molestar, pardiez.

Anónimo dijo...

Libel es un organismo ultracapitalista neoconservador, cercano a la ultraderecha religiosa de Bush. No califica como liberal.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Daniel Salas dijo...

Mientras aquellos insultos sigan ahí, no se puede discutir. Una pena.

Anónimo dijo...

administrador borre los insultos, esto ya es una anarquia...

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Víctor Samuel Rivera dijo...

El administrador de este blog y los colaboradores se permiten recordar que este blog acepta opiniones divergentes pero no se toleran insultos, mucho menos de aquellos que se escudan cobardemente en el anonimato.

Julio H. Correa S. dijo...

El asunto de proponer un orden social justo pasa por hacer patente la cratofilia de unos y de otros, tanto de neoliberales que temen llamar por su nombre a las grandes corporaciones globales, la de ser tiranías privadas legitimadas por la perversión del poder del Estado; como de "estamentalistas", nostálgicos de un orden social absoluta y moralmente inaceptables al día de hoy.

Julio H. Correa S. dijo...

Los cratófilos están embriagados por su indomeñable afán de poder, por lo que sus actividades están invariablemente orientadas a ese propósito, interpretando sus propios, "actuales lugares naturales" o posiciones sociales como injustas, demostrando seguir creyendo a pies juntillas en la totalitaria "República" de Platón y en su reedición moderna Hegeliana.

Por lo menos los liberales, tienen una percepción algo mejor del verdadero problema, a saber, el de reconocer que es necesaria la existencia de medios institucionales del control del poder, medios que estén a disposición de las organizaciones ciudadanas de base; supervisión a la que, a pesar de los neoconservadores-neoliberales, no deben sustraerse ni las instituciones del Estado, ni, sobre todo, las actividades de las tiranías privadas globales.

Como bien apunta Daniel, un estamentalismo trasnochado, no puede justificarse bajo ningún criterio basado en la Justicia. Para mí,estamentalistas(clasicistas, etc) y neoliberales (neocon-) sufren de la patología por el poder, en igual proporción.

Mientras no entiendan que nadie puede justificar racionalmente, ni detentar omnímodamente, el poder; de modo privilegiado y permanente, como añoran los estamentalistas; ni torcer los fines de las instituciones democráticas, cuya existencia solo es legítima si responde al interés y al bien general, y no solo al de los sectores más privilegiados (corporaciones globales), habrá conflicto, violencia y guerra.

La pregunta que reviste la mayor importancia apunta a patentizar la fuente de la soberanía del poder, el monarca dicen, vasallescamente, unos; el pueblo, la ciudadanía, afirman ingenua, o, cínica y calculadamente otros (pues la capacidad de hacer relevantes nuestras necesidades, nuestras expectativas es directamente proporcional a nuestras capacidades de mostrarnos sobre "el celemín", en este caso los mass media, que para variar están bajo el control de empresas anexas que responden al interés particularísimo del exclusivo y cainita afán de lucro corporativo.

El poder solo encuentra legitimidad si está al servicio del interés y bienestar general de las personas, además de tener que ser detentado de manera temporal y, estar expuesto y dispuesto a la supervisión permanente por parte de la sociedad civil organizada. Nadie puede racional ni religiosamente justificar el ejercicio absoluto y omnímodo del poder.

Nadie es digno del poder absoluto, solo Dios, ningún mortal es digno del control absoluto sobre los demás mortales, quien solo es capaz de quitar la vida, y no darla, ni ser su fuente inagotable, no puede ser Señor. Solo aquellos que bajo su ejemplo son capaces de desdeñar el poder, deben gobernar, solo el que es permanentemente capaz de renunciar al poder y a la victoria terrenales puede gobernar.

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimado HJC;

1. Creo que no es razonable colocar en el mismo nivel de argumentación a todas las teorías sobre la política y el poder. Concedo que todas tratan de dar una versión plausible de la convivencia humana, pero no todas las teorías son igualmente plausibles. Si así fuera, tribunas como ésta carecerían de sentido y viviríamos en el mejor de los mundos posibles. Es evidente que este mundo puede ser mejorado.

2. Lo que se discute son los presupuestos ontológicos y conceptuales de las organizaciones sociales, en particular el régimen liberal, así como sus consecuencias tanto morales como sociales y ecológicas.

3. Es un hecho fáctico que el mundo liberal no ha demostrado ser históricamente lo que se supone que debía ser, lo que Bacon, Comte o John Stuart Mill pretendían que sería. Ninguno previó ni la sobrepoblación ni el agotamiento de los recursos, tampoco la continuidad y radicalización del mal en las sociedades adelantadas tecnológicamente.

4. Es una simplificación considerar que los no liberales desean regímenes "omnipotentes". En la práctica de la política mundial, son los Estados demócratas quienes se atribuyen ese status de omnipotencia y no sus rivales. Compara la China o Tailandia actuales con Estados Unidos y la Unión Europea.

VSR

Julio H. Correa S. dijo...

Estimado VSR:

Suscribir con los no liberales la capacidad per se de un determinado estamento social de ejercer, con toda justicia, el poder; así como que este ejercicio sea indefinido, hereditario, etc. Exige haber aceptado acríticamente como válida, la creencia en la superioridad natural de una específica forma de vida humana.

El trasfondo absolutamente falaz que subyace esta creencia es que, es posible agotar la "naturaleza humana" que previamente y por supuesto solo a través de mis particulares categorías socio-culturales se define con "claridad, distinción y verdad".

Cuando "una" forma de vida humana, pretende definirse en clave de superioridad jerárquica respecto de otra, está ilegitimándose ipso facto (mediante cualquier tipo de violencia), e ipso jure (construyendo una superestructura ideológica tendiente no solo a la conservación de la misma, sino a su proselitismo homologador).

Cuando una particular forma de vida humana adopta un proselitismo violento, jerarquizante, ha abdicado ya de su capacidad de recrear y de expresar el natural inacabamiento de la persona humana, ha empezado a escribir el epílogo de su fin...

Con afecto de un ex alumno tuyo.

Julio Henry Correa Sandoval

Víctor Samuel Rivera dijo...

Estimado Julio;


Me alegra dialogar contigo. Hoy estoy algo nervioso, pues tengo que presentar unos libros en la Feria de libro de Buenos Aires y los estoy preparando, pero más tarde, o mañana, contestaré tu inquietud.

Yo nunca he escrito que se puede "agotar la naturaleza humana" como pareces haber comprendido. Los liberales NIEGAN que exista ningún criterio de naturaleza humana, basados en una doctrina de escepticismo moral. Creo que eso es "agotar la naturaleza humana" de una manera especialmente espantosa.

Seguimos luego.

VSR

Anónimo dijo...

Sugerencia: quiten lo de "discución" (es "discusión") porque un error tan evidente los deja mal.

Daniel Salas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Daniel Salas dijo...

Algunos ya lo saben, pero de todos modos quiero colocar este link en donde respondo con más detalle a este artículo de Dick Tonsman:


http://gonzalogamio.blogspot.com/2009/05/la-irrealidad-del-choque-de.html

Víctor Samuel Rivera dijo...

Hola a todos.

Me parece legítimo leer el punto de vista de Daniel.

VSR

Anónimo dijo...

Lo único que percibo de este aquelarre es la necesidad de mantener el trabajo en alguna institución católica universitaria. O quizá lograrlo. Cosa legítima, sin duda. Probablemente se debería ser más sincero y decir: a)quiero que me contrate el Opus Dei o el Sodalicio. b) por lo tanto debo parecer lo más antidiluviano posible. c) consigo el trabajo y gano algo de dinero (hay que pagar deudas, etc)

Vamos chicos, no se tomen las cosas tan en serio. Pretender llamarse "liberal", "conservador", "posmo", etc, es tan gracioso. Sobre todo en el país de las "combis", " de los caldo de gallina en carpa", de los DVDs piratas, el país de Magaly y de Alex Otiniano. No lo viven en el Perú.

Un abrazo

Julio M. J.

Víctor Samuel Rivera dijo...

Pronto o un artículo de Teología Política o una entrevista a Vattimo con Daniel Leiro. Demora a veces ofrecer las entregas pues se trata de trabajos exigentes.

Raul Haro Gonzales Vigil dijo...

El último anónimo supongo que carece de argumentos...por lo demás me parece muy gracioso y sinsentido su comentario.

Por otro lado, me parece interesante la lectura que Dick hace de la sociedad liberal y su poca capacidad de enfrentarse a los problemas inter-culturales (lo cual podría causar futuros conflictos).

Ahora bien, me parece que la fe, las creencias y en general las costumbres de un determinado grupo de personas no es el detonador de las guerras (por lo menos no es la regla). En esto concuerdo con Salas, en que las guerras suelen iniciarse por conflictos de intereses políticos y económicos, pero es menester señalar que la resistencia de los grupos que entablan una guerra sí está relacionado con su temple socio-cultural que le viene dado a partir de su tradición como pueblo. Pero el Dr. Dick me parece que está en lo correcto al afirmar que es imposible desligar la tradición cultural de la guerra en sí misma, y en la guerra también se encarnan los valores culturales, los cuales informan el tipo de guerra que desplegará un pueblo en particular. Sobre este punto se puede ver el caso de Polonia contra los nazis y contra los comunistas, que entró en conflicto con ambos debido a que fue invadido y dejado sin libertad política, pero sobretodo fue el intento de eliminar su cultura y creencias lo que motivó su resistencia.

Por otra parte, no entiendo cuál es el afán de los que se llaman a sí mismos liberales de decir que todos los que no pensamos como ellos no creemos en los derechos humanos y en el pluralismo. Por mi parte, por lo menos en lo que no creo es en unos derechos humanos que no tienen su base el ser humano real y se basan en el mero consenso y pueden ser re-interpretados según el "gusto" de los tiempos. Y tampoco creo que el pluralismo deba ser una convivencia donde todos deban relegar su pensamiento moral, religioso y valorativo en general al ámbito de lo privado; ya que, es en el diálogo y en el contraste de lo que es una vida buena entre un tú y un yo que se puede ir creciendo en la propia tradición. Además en la medida en que una determinada tradición de luces sobre el respeto de la dignidad del ser humano debe, legítimamente, buscar compartir ese conocimiento y hacer que se respete. No basta con sólo legislar para hacer que cada uno pueda vivir su vida como quiera (con tal que se evite causarle daño al otro), la base y el horizonte de toda ley debe ser el respeto del ser humano en su individualidad y en su capacidad de desplegarse, desde el momento de su concepción hasta su muerte. Está bien que haya diversidad en la sociedad, pero nunca a costa de la verdad y del ser humano.

Un abrazo,
Raúl Haro

Raul Haro Gonzales Vigil dijo...

Estimado Julio:

Perdón, no vi que habías puesto tu nombre, razón por la cual me referí a ti como Anónimo.

Saludos,

Víctor Samuel Rivera dijo...

Querido Raúl;

Creo que es hora de decir que las meras diferencias culturales, en sí mismas, no pueden ser consideradas causa, síntoma o rasgo de los conflictos políticos. Lo contrario es suponer que las diferencias humanas en general son conflictuales, como en efecto asume el nihilismo liberal.

Un abrazo.
VSR

Raul Haro Gonzales Vigil dijo...

Estimado Victor Samuel:

Completamente de acuerdo contigo, justamente eso es lo que quise dejar patente en mi comentario, si bien haciendo un especial énfasis en dejar en claro el verdadero papel de las tradiciones y valoraciones de un determinado grupo en su manera de vivenciar los conflictos. Es una variable a tomar en cuenta -lo de las diferencias culturales- pero como bien dices, las diferencias por sí mismas no explican como tales ningún conflicto.

Un abrazo,
Raúl Haro

Anónimo dijo...

A todos los honestamente interesados, relean la siguiente parte:

"No se trata de que la pobreza no sea un factor determinante sino que hay identificaciones de grupo que van más allá de lo económico. Dichas identificaciones sociales incluyen elementos diversos como pueden ser la raza, la nación o la religión. Tales grupos, desiguales con otros en el poseer y el saber, buscan ser reconocidos para que puedan disfrutar de la riqueza y la cultura que consideran propia".

Pregunta:

¿De aquí se deduce que el texto diga que la causa de las guerras sean sólo cuestiones culturales?

Si alguien entiende eso, tiene serios problemas de hermeneutica

Anónimo dijo...

El anonimo I tiene razón. Toda la discusión de este blog carece de sentido
Anonimo II

P.D. (y del otro también)

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

A los anónimos I y II:

La durísima y efectiva refutación de salas no se refiere a que el post no tome en cuenta los factores económicos o que sostenga que la única causa de las guerras sea solamente cultural. El post criticado sigue a Aaron acerca de la teoría de que las nuevas guerras son fundamentalmente culturales, étnicas o religiosas.... eso, y lo del reconocimiento y la misericordia, es lo que refuta salas con buen oficio. El párrafo citado, con unos cuantos problemas de redacción, no previene esa crítica. La discusión tiene todo el sentido del mundo. Consejo de editor (hasta de un conejo): si el post es un comentario a Aaron y Kissinger sobre guerra no tiene sentido un título tan grande.

Anónimo III

Anónimo dijo...

Anonimo III:
Si Salas refuta la misericordia y el reconocimiento no es digno de ser leido.
No soy un especialista, pero me parece que las intuiciones de Aron presentadas en este post son validas.
Salas no refuta al autor, si no unas ideas que interpreta mal. Por eso es que su crítica no es efectiva contra el profesor Tonsmann. Golpea duro al aire. Los alumnos que conocemos el pensamiento global del profesor nos hemos dado cuenta de los errores de Salas. Es evidente que ni él ni el Anonimo III van a su clases de ahí que su interpretación sea mala.
Y si lo que le molesta es el título "señor editor" ya estamos riendonos de eso

Ricardo C.

Anónimo dijo...

Si salas comete errores eso hay que explicarlo, no basta con dicirlo, hay que argumentar...salas no refuta la misericordia sino que sea un objetivo de la guerra (una hipótesis talvez extraña).

Anónimo dijo...

ahora salas tiene que ir a clase para entender el post....??????????

Víctor Samuel Rivera dijo...

Hola.

Para Julio:

1. Soy un filósofo políticamente difícil de entender, pues soy a la vez antisistema y tradicionalista. Mira esta clave: Aprecio al Padre Lammenais. En religión soy maistriano. No soy ni me considero conservador.

2. Me considero un pensador religioso; la religión es un elemento de mi pensamiento.

3. Trato de ser feliz. Soy muy mundano y bastante abierto de criterio y como, bebo y me divierto. Es una imagen burguesa creer que el religioso debe pasarse la vida serio o que es un cerrado que vive rezando.

4. Oye. Yo nunca he sido libertino. Soy sí, un homo festinantis.

Un abrazo.

VSR

Víctor Samuel Rivera dijo...

Para José:

Un momento. Lo de Chima y el Papa es resultado de mi investigación hermenéutica. Quiero decire, de una óptica dela realidad basada en la ... realidad. Esto es: en la escucha del evento. En la realidad Estados Unidos o España son el nihilismo, esto es, son poderes efectivos de destrucción, a diferencia de los otros aludidos, que son reacción y afirmación. Cuando el mundo tecnológico esté más cerca de su colapso (para lo que no falta nada) China y el Papa, cada uno a su manera, serán las fuerzas para "el retorno", el consuelo de la humanidad en medio del mal.

Y mi salud mental está como nunca.

VSR

Ricardo Milla dijo...

Hola a todos:

- Muy acertados comentarios Samuel.
- Raúl, creo que pones el dedo en la llaga. El liberalismo tiene poco de rescatable y sería menester rescatar lo poco de luz que hay. Ciertamente no me considero un reaccionario o un conservador sin más, pero sí un no-liberal. Además, nadie tiene la Verdad toda (bueno, los liberales creen que la tienen, pero allá ellos).
- Los que creemos que los DDHH se fundan en la naturaleza humana -y en última instancia en Dios- no somos liberales. Ellos han copado todo lo que tenga que ver con ética creando un verdadero pensamiento único. Eso atenta contra la libertad de pensamiento. Así de sencillo. Los más grandes violadores de DDHH de los últimos 250 años son ellos.
- Los comentarios de "anónimos" están de más. Pero es bueno. Nuestro post, del querido Dr. Tonsmann (quien es mi maestro por gracia de Dios :]), tiene ahora muchos comentarios. Creo que hay que agradecer a esos anónimos, que si bien no aporatan mucho a la conversación en sí, rellenan espacio y se ve bonito, dentro de todo.

La Coalición avanza por el bien de todos.

Saludos,
Ricardo.

Raul Haro Gonzales Vigil dijo...

Estimado Ricardo:

Mi comentario es justo lo que has dicho, entonces supongo que tú también pones el dedo en la llaga.

Un abrazo,
Raúl H.

Ricardo Milla dijo...

Estimado Raúl:

Jajaja... Puede que sí.

El liberalismo se cae. Seamos buenos y rescatemos lo poco de bueno que tiene.

Saludos.

Anónimo dijo...

Se han caído los argumentos.

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